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Migrantes ante la crisis en Europa – Entre el desempleo y el retorno

Viernes 27 de julio de 2012 - 76 Año 2012

Giann Velásquez M.

Ante la grave crisis económica que hoy padece Europa, los medios de prensa se acordaron por fin de los miles de peruanos que migraron. Sin ánimo de ser apocalípticos ni caer en generalizaciones, es menester abordar la problemática que encaran quienes se fueron a los países europeos en busca de mejores oportunidades.

No se puede ignorar la realidad. La crisis económica que atraviesan varios países de Europa ha ocasionado que buena parte de su población pierda sus trabajos o quiebren en sus negocios propios. Como no puede ser de otra manera, el problema afecta a millones de extranjeros y, particularmente, a los latinoamericanos.

El desempleo en la Eurozona alcanza un máximo histórico, impulsado por despidos en Francia, España e incluso en la estable Austria. Según la Oficina de Estadísticas de la Comisión Europea (Eurostat), casi 17.56 millones de personas no tienen empleo en este bloque de 27 países.

La situación se agravó en los últimos 14 meses, pues la cifra total de gente sin trabajo en el bloque comunitario subió en casi dos millones de personas. La peor situación la tiene España, con un desempleo por encima del 24 por ciento en mayo dentro de su población económicamente activa, acelerado -entre otras causas- por el estallido de una “burbuja inmobiliaria” en 2008.

Justamente, el caso español puede tomarse como ejemplo de cómo los embates de la crisis viene perjudicando a los migrantes sudamericanos. De acuerdo a la última Encuesta Regional de Inmigración 2012, realizada por la Consejería de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, desde diciembre del 2011 hasta fines de marzo del presente año se han registrado 1,675 nuevos desempleados de inmigrantes andinos en la capital española, lo que supone 32,565 inmigrantes de esos países sin trabajo en la región.

Según el reporte, entre los desempleados se encuentran 15,185 ecuatorianos (39.55 por ciento), 7,612 colombianos (26.39 por ciento) y 3,161 bolivianos (19.37 por ciento). Los rubros donde más migrantes han perdido su trabajo son el área de servicios -con mayor énfasis en el área de hotelería-, construcción e industria.

Al respecto, el parlamentario andino Hildebrando Tapia detalló que, en el caso de los peruanos, el 36.64 por ciento de connacionales que reside en Madrid se encuentra sin empleo. Explicó que si este promedio se aplicara a todo el territorio español, en donde se encuentran afincados unos 200,000 peruanos, habría aproximadamente 73,000 connacionales sin trabajo. Por tal motivo, de acuerdo al parlamentario andino, un 40.52 por ciento quiere retornar a suelo patrio.

“Aunque parecen cifras exageradas, no hay que olvidar que España en la actualidad tiene un 24.4 por ciento de desempleo, el mayor porcentaje en dieciocho años. El número de jóvenes sin trabajo supera el cincuenta por ciento. Este país tiene en total 5,639,500 desempleados”, afirmó en declaraciones para una agencia de noticias local.

LA CALLE ESTÁ DURA

Esta recesión ha dado cabida al surgimiento de definiciones como la del “mileurista”; es decir, aquel sector de la población económicamente activa de España que se ocupa en empleos precarios y cuyo salario apenas bordea los mil euros. No es de extrañar, por ende, que dentro del nuevo grupo de “nimileuristas” -que no llega tan siquiera a los mil euros al mes, cifra con lo cual es imposible vivir autónomamente en Europa- se encuentren los migrantes.

Hay que tomar en cuenta que un menú “corriente” no baja de los diez euros y que el alquiler de un cuarto en un barrio popular ronda los 300 euros mensuales; y que ahora abundan los contratos temporales y por horarios parciales para una gran cantidad de personas menores de treinta años con estudios universitarios o formación técnica que se desempeñan en labores por debajo de su nivel.

Ese es el mercado en el que las personas extranjeras son vistas como una competencia no del todo bienvenida, aún cuando muchos perciban remuneraciones por debajo del promedio; o que acepten ocupar un puesto sin las prestaciones sociales e incluso sin siquiera un contrato de por medio.

Por eso, tampoco llama la atención que el envío de remesas refleje el deterioro económico. Recogiendo las cifras de Tapia, el 43.53 por ciento de compatriotas sigue enviando remesas al Perú, mientras que un 53.02 por ciento ya no lo hace porque lo que ganan sólo les sirve para sobrevivir.

Por si fuera poco, el gobierno español ha tomado medidas que vuelven aún más sombrío el panorama para los foráneos, como la reducción del bono pecuniario del desempleo en un cincuenta por ciento. “Es una desviación histórica del gobierno español que ahoga a los inmigrantes, la situación que se vive es de maltrato para los peruanos”, refirió recientemente Jorge Guibert Alva, presidente de la  Asociación Peruanos Sin Fronteras, a través de la cadena Radio Programas del Perú (RPP).

La pérdida del trabajo acarrea otras dificultades. En un informe de este año, la Secretaría Nacional del Migrante (Senami) de Ecuador sostiene que un porcentaje de sus ciudadanos en España -que constituyen la cuarta comunidad más numerosa de extranjeros- han perdido sus viviendas a consecuencia de la crisis hipotecaria y el desempleo.

Ante semejante escenario, los migrantes no se quedan de brazos cruzados; y tal como lo menciona Tapia, hay grupos que han optado por trasladarse a otros países europeos para escapar de la crisis en la nación ibérica. Así ocurre con los migrantes ecuatorianos, quienes ahora tratan de ubicarse en el Reino Unido.

UN FLUJO QUE SE REDUCE PERO NO PARA

Si bien el alto desempleo en España y los presagios de mayor deterioro económico en el resto de Europa podrían espantar a cualquiera, es notoria la persistencia del fenómeno migratorio. En un informe publicado en octubre pasado, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) confirman que la tasa de peruanos y peruanas que emigran cada año se ha elevado de manera sostenida desde el 2006: en ese año se registró la salida del país de más de 177,000 peruanos, la cifra aumentó el 2007 a 225,459 y en 2008 alcanzó un pico de 251,102, el más alto desde 1990.

En el 2009, la cifra de peruanos que dejaron el suelo patrio era de 249,491. En otras palabras, hay un promedio de 663 compatriotas que parten al exterior cada día. César Estrella, funcionario de la OIM, admitió en declaraciones al diario La República que esperaban corroborar -erróneamente- que durante los años de la crisis internacional los peruanos decidieron regresar de los países a los que habían viajado. “Lo que se descubrió fue que los peruanos no retornaron masivamente como se especulaba aunque sí hubo un ligero incremento”, dijo. De acuerdo al reporte, en el 2008 retornaron 22,559 peruanos; para el 2009, esta cifra ascendió a 35,090 personas, que regresaron en primer lugar de Chile, y luego de países como Estados Unidos, España, Bolivia y Ecuador.

Estimaciones no oficiales señalan que los connacionales que se fueron en 2011 superaron la marca del 2008, con 272,000 emigrados. Y en los primeros cuatro meses, hasta abril de este año, han salido 130,000 compatriotas más que los que ingresaron.

“Sin ninguna duda, la desigualdad y la injusta distribución del crecimiento económico en nuestro país tienen que ver con esta persistente y creciente emigración”, reseña la socióloga Lucía Alvites, asesora del parlamentario andino Alberto Adrianzén.

PROPUESTAS Y TAREAS PENDIENTES

El panorama, no cabe duda, es complicado. Por un lado, un escenario de crisis económica europea que perjudica enormemente a nuestros compatriotas; y del otro lado, éstos que prefieren permanecer en los países de destino, con la esperanza de no perder lo mucho o poco logrado con meses, años o décadas de esfuerzo y sacrificio.

Si bien la Ley N° 28182 protege a los compatriotas en el exterior -brindándole el retorno al país para que se dediquen a actividades empresariales- a la fecha sólo 387 connacionales que retornaron se han beneficiado con los incentivos de esta norma.

La coyuntura ha dado pie a diversas iniciativas. A mediados de julio, el Parlamento Andino pidió al Congreso de la República la aprobación de la propuesta legislativa planteada para otorgar una serie de beneficios y ayuda para la reinserción de los connacionales que desean retornar, tanto de España como de otros países del mundo.

La propuesta estipula que el Estado peruano impulse alianzas público-privadas para la creación de programas de certificación de habilidades técnicas que posean los retornantes y la generación de bolsas de empleo. A esta norma podrán acceder los migrantes peruanos que hayan vivido en el exterior por un periodo no menor de tres años sin interrupciones.

Se establece también incentivos tributarios, como la liberación del pago de gravamen al menaje de casa que traigan al país por un valor no mayor a 30,000 dólares y de un automóvil cuyo costo no exceda dicho monto. De igual manera, plantea la exoneración del pago de impuestos por el ingreso de maquinarias, equipos, instrumentos profesionales y demás bienes que nuestros compatriotas que regresan utilicen en el desempeño de su profesión, oficio o actividad empresarial, hasta por un valor máximo de 100,000 dólares.

Mientras el Parlamento Andino espera la reacción del Poder Legislativo peruano, otros sectores ya han tomado cartas en el asunto. Ahí tenemos a la Sociedad Hoteles del Perú (SHP) que, en coordinación con la cancillería, ha emprendido una campaña para que los ciudadanos peruanos que laboraban en hoteles en países europeos y que se encuentran desempleados regresen al país para que trabajen en los hoteles de lujo que se van a abrir en el presente año. Representantes de la SHP afirman que a la fecha han recibido unos cien currículum vitae que en su gran mayoría provienen de España, pero también hay varios de Alemania, Francia, Italia y Gran Bretaña.

“El desempleo continuará subiendo hasta que no se vea una mejora de la economía y eso todavía va a demorar y este hecho seguirá perjudicando a nuestros compatriotas y miles de migrantes de diferentes lugares del mundo”, ha señalado Tapia, quien recomendó que a través de nuestros consulados en España se empadrone a quienes deseen regresar a nuestro país. “Se debe crear un plan especial de retorno digno y de reinserción social. Ellos tienen mucho por aportar. Se les tiene que ayudar a establecerse en el aspecto laboral, de vivienda y salud”, concluyó.

Por su parte, el gobierno español aplica un plan de retorno voluntario, a través del cual otorga una compensación económica para todos aquellos ciudadanos extranjeros que retornen a sus países de origen. De acuerdo a la información del consulado español en Lima, unos ochenta peruanos se han acogido al referido plan, cifra que resulta imperceptible a los casi 200,000 compatriotas que residen en la península ibérica, en condición legal e irregular.

En contraste, llama la atención que el presidente Ollanta Humala no se haya pronunciado en forma expresa respecto a la problemática que enfrentan los connacionales sin empleo que radican en Europa y que sufren debido a la crisis económica. ¿Debería el gobierno apoyarlos económicamente? ¿Hay intenciones por lograr alguna situación conjunta con el gobierno español? ¿Qué medidas se tomarán para generar empleo ante la eventualidad de un retorno masivo de compatriotas? Son miles de peruanas y peruanos que aguardan una pronta respuesta.

* Comunicador del Proyecto “Perú Migrante”.


Publicado: Viernes 27 de julio de 2012 - 76 Año 2012

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