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Pobres alemanes

Viernes 29 de marzo de 2013 - No. 107 - Año 2013

Roberto Bissio

Alemania contribuye con la mayor parte de los diez billones de euros que el Banco Central Europeo destinará a salvar los bancos quebrados de Chipre. Pero en vez de agradecimiento los chipriotas han reaccionado con hostilidad, caricaturizando en sus manifestaciones a la cancillera alemana Angela Merkel con un bigotito estilo Hitler y acusando a su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, de “hablar como un fascista”.

Expresiones similares se oyen cada vez con más frecuencia en los otros países del sur europeo con finanzas tambaleantes: Portugal, España, Italia y Grecia. Durante la Segunda Guerra Mundial todos ellos fueron ocupados por Alemania o estuvieron dominados por dictaduras simpatizantes con los nazis.

“La germanofobia es injusta”, argumenta el Financial Times, pero incluso este diario para gente de negocios debe reconocer que el resentimiento hacia el poderío de Berlín ha desplazado el sueño de una Alemania europea con el temor a una Europa alemana.

Con la obvia intención de contrarrestar esta hostilidad, el Deutsche Bundesbank (banco central alemán) publicó la semana pasada un estudio según el cual la mediana de las propiedades de los hogares alemanes tiene un valor de 54,000 euros, mientras que para los italianos sería de 164,000 y para los españoles de 174,000. Si en vez de la mediana (el punto por encima del cual hay tantos hogares como por debajo) tomamos el promedio (el valor total de las propiedades, dividido por el número de hogares), Alemania sigue estando abajo: 195,000 euros, contra 265,000 de Austria y 286,000 de España.

El estudio tomó en cuenta el patrimonio de los hogares (casa más automóvil más muebles más ahorros menos deudas). La vivienda es generalmente la mayor parte de este patrimonio y el estudio subraya que 83 por ciento de los españoles poseen casa propia, contra 44 por ciento de los alemanes.

El mensaje del Bundesbank es obvio: en vez de un régimen rico, cruel e insensible con sus vecinos del sur en dificultades, Berlín sería apenas una autoridad celosa en el cuidado de lo ahorrado con sacrificio de hormigas por sus ciudadanos mientras que las cigarras mediterráneas se dedicaban al despilfarro y la acumulación insensata de propiedad inmobiliaria… financiada en gran parte por bancos alemanes.

Pero, ¿son realmente más pobres los alemanes que los españoles? Si en vez de patrimonio miramos el ingreso, resulta que según el FMI cada alemán ganaba 38,000 dólares en 2011, contra 30,000 de italianos y españoles y 26,000 de griegos. Y en términos de empleo, en marzo de 2013 el desempleo en Alemania estaba en un mínimo histórico de cinco por ciento, mientras que en España llegaba a 26 por ciento.

Por otra parte, el Instituto de Investigación Económica de Colonia (iW.Köln) señala una selección tendenciosa en los datos del Bundesbank. Los valores de las propiedades alemanas corresponden a 2010, mientras que los de España son de 2008, cuando los precios estaban en su apogeo, justo antes de que estallara la “burbuja” inmobiliaria. Además, el hogar promedio alemán tiene dos personas y el español 2.7, con lo cual no solo estarían sobrevaluadas las propiedades españolas, sino que la diferencia de patrimonio no sería tan grande en un cálculo per cápita.

Finalmente, Özgür Öner, de la Unión Federal Alemana de Vivienda, explicó a la radio estatal Deutsche Welle que Alemania tiene un mercado de alquileres muy fuerte, desarrollado por la necesidad de resolver el problema de la vivienda en la post guerra, con ofertas adecuadas a los distintos segmentos de la población y etapas de la vida, mientras que en el sur de Europa es tradición que las familias se empeñen en asegurar la casa propia de los recién casados, aun a riesgo de no poder pagar las hipotecas en periodos de desempleo.

Christoph Schröder, investigador de iW.Köln, agrega que “los alemanes tenemos una muy buena red de seguridad social y eso quiere decir que la motivación para ahorrar con miras a la vejez es mucho menor”. En su comparación de patrimonios, el Bundesbank no hizo ningún intento de estimar el valor de la seguridad social para cada familia. Lo cual es paradójico, si se piensa que su principal argumento para defender a sus bancos en los “rescates” es, precisamente, que gran parte de los capitales alemanes invertidos en Europa son fondos de pensión de los trabajadores.

Esta composición del capital financiero alemán explica por qué la reticencia a arriesgar dinero en rescates bancarios o las duras condicionalidades impuestas a los deudores no son una política exclusiva de Angela Merkel sino una convicción compartida en su esencia por la oposición socialdemócrata, de raíz sindical.

Pero el estudio, en vez de cimentar unanimidades, regaló armas a la oposición, en un año electoral. Al observar la gran diferencia entre la mediana y el promedio, Sven Giegold, parlamentario europeo por el Partido Verde alemán, dijo que “el estudio lo que realmente subraya es una distribución muy injusta de la riqueza, tanto en Alemania como en el resto de Europa”. En Alemania, diez por ciento de los hogares poseen 60 por ciento del patrimonio nacional. “Y esto excede el límite de lo que es bueno para una sociedad democrática”, concluyó.


Publicado: Viernes 29 de marzo de 2013 - No. 107 - Año 2013

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