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Acuerdo Trans Pacífico de Asociación Económica

Viernes 24 de mayo de 2013 - No. 115 - Año 2013

TPP: ¿Todos Podemos Perder?

En forma paralela a la negociación del Acuerdo de Asociación Trans Pacífico (TPP) celebrada en Lima, tuvieron lugar un Foro Público y un plantón para alertar sobre el peligro que comporta en cuanto a precio de los medicamentos, libertad en Internet y derechos laborales, así como de nuevas potenciales demandas contra el Perú debido al capítulo de protección de inversiones.

Representantes de once países celebraron en Lima del 15 al 24 de mayo la 17ª Ronda de negociación del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (TPP, por sus siglas en inglés), un tratado comercial de “amplia envergadura” que trasciende el comercio formal, al instituir un régimen de protección de derechos del capital privado anónimo y de las empresas transnacionales (propiedad intelectual e inversiones).

El TPP “representa un logro histórico”, según representantes del Departamento de Comercio de Estados Unidos, ya que contiene todos los elementos deseables de los acuerdos comerciales modernos, elimina todas las barreras arancelarias y no arancelarias y, además, “es lo suficientemente flexible para ser ajustado en el futuro”.

Sin exagerar, lo que está en juego en el TPP son los asuntos más básicos de la gobernabilidad democrática para cualquier Estado soberano e independiente, advierten investigadores y activistas de todo el mundo.

En forma paralela a la ronda de negociación del TPP, suscrito inicialmente por Brunei, Chile, Nueva Zelanda y Singapur y al que se sumaron luego Australia, Canadá, Estados Unidos, Japón, Malasia, México y Perú, organizaciones peruanas e internacionales convocaron el jueves 16 el Foro Público: “TPP: ¿Todos Podemos Perder?” y el viernes 17 realizaron un plantón frente al Hotel Marriott de Miraflores, donde se celebraron a puertas cerradas las negociaciones oficiales, para alertar sobre los peligros que comporta el acuerdo en materia de precio de los medicamentos, libertad en Internet y derechos laborales, así como la vulnerabilidad que conlleva el capítulo de protección de inversiones para los países firmantes.

Negociaciones secretas

La primera crítica al TPP obedece al “modelo de negociación abiertamente antidemocrático”, según una declaración presentada por más de ciento treinta organizaciones de las Américas que alerta sobre los riesgos del acuerdo que se negocia en Lima.

“Hacemos un llamado público por la necesidad de transparentar las negociaciones del TPP”, dice Alejandra Alayza Moncloa, coordinadora ejecutiva de la Red Peruana por una Globalización con Equidad (RedGE), a modo de presentación del documento. “El TPP es para muchos de nuestros países no solamente un nuevo TLC con Estados Unidos sino que constituye varios TLC adicionales de un solo golpe”. Y añade que en esta negociación, que se está llevando a cabo de forma absolutamente antidemocrática, se “están definiendo las reglas y los estándares de lo que va a ser el modelo de inversión Asia-Pacífico”.

Melinda St. Louis, de Public Citizen, denunció en el Foro Público de Lima las características que están asumiendo las negociaciones en Estados Unidos, donde la marginación del Congreso contrasta con la información puntual que reciben las grandes empresas. A este aspecto se refiere Mark Weisbrot, codirector del Center for Economic and Policy Research (CEPR) de Washington: “El TPP es tan especial que los funcionarios del gobierno que lo están negociando quieren mantenerlo completamente en secreto”, al extremo que “ni siquiera dejarán que un solo miembro del Congreso vea lo que se está negociando. Sin embargo, a cientos de corporaciones se les ha dado acceso al borrador del texto”. (“Los acuerdos de ‘libre comercio’ no crearán trabajo, pero un dólar más competitivo sí podría hacerlo”: www.cepr.net)

Inversiones protegidas

Otro de los temas más criticados es el de las inversiones. El capítulo de protección de inversiones del TPP permite a los inversionistas demandar a los Estados ante tribunales internacionales como el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) y la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, sin acudir antes a la justicia nacional.

El Perú tiene treinta y dos tratados bilaterales de inversión y nueve tratados de libre comercio que contienen también capítulos de inversión. El número de demandas en contra del Estado peruano utilizando estos dos tipos de tratados se ha disparado en los últimos años y el país está siendo demandado por un valor de 6,000 millones de dólares, sin contabilizar “los costos que significa para todos los peruanos, asumir y enfrentar estos procesos”, señala José de Echave, ex viceministro del Medio Ambiente del Perú e investigador de la ONG CooperAcción.

Uno de los casos más simbólicos, por ser el primero que utiliza el capítulo del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, es el de Doe Run y Renco Group, por el cual el Estado peruano está inmerso en un proceso de arbitraje en el que se le exige una indemnización de 800 millones de dólares por el cierre de operaciones del Complejo Metalúrgico de La Oroya, una de las ciudades más contaminadas del mundo.

“¿Realmente es el único camino para captar las inversiones que el país necesita?”, se interroga De Echave. “Hay evidencia internacional que consta que no es así. No son los países que han firmado el mayor número de tratados de libre comercio o bilaterales los mayores receptores de inversión extranjera”.

El capítulo del TPP sobre inversiones, según De Echave, “está siendo utilizado como una suerte de candado de blindaje para que países como el Perú no puedan implementar las reformas en materia social, ambiental, gobernabilidad democrática, presencia del Estado, consulta previa, regulaciones ambientales”. ¿Por qué promover un modelo idéntico de un capítulo de inversiones que está siendo cuestionado e impide cumplir con una agenda necesaria de reformas?

Acceso a los medicamentos

La rigurosidad de las normas de protección de la propiedad intelectual en cuanto a las patentes de los medicamentos contempladas en el TPP es otro motivo de alarma. El proyecto en discusión menciona la posibilidad de prorrogar indefinidamente la vigencia de las patentes de los medicamentos por nuevas aplicaciones o propiedades del fármaco, lo que supone una prohibición tácita de producir o importar medicamentos genéricos. El punto ha sido propuesto por Estados Unidos en el capítulo de propiedad intelectual y beneficia exclusivamente a la gran industria farmacéutica en perjuicio de los ciudadanos, denuncia la Alianza LAC-Global por el Acceso a los Medicamentos.

Médicos sin Fronteras (MSF) pidió que se reconsidere el apartado sobre el acceso de medicamentos y alertó sobre el peligro de las regulaciones propuestas. Judit Rius, coordinadora de la campaña para acceso a medicamentos de MSF en Estados Unidos, dijo en el Foro Público que la ronda de Lima ofrece la oportunidad para que los negociadores del TPP remuevan las cláusulas perjudiciales del acuerdo antes de que sea demasiado tarde.

Derechos de autor y libertad en Internet

Si bien el capítulo sobre derechos de autor se ha mantenido en secreto, una filtración de documentos les permitió a organizaciones civiles conocer que Estados Unidos intenta controlar los contenidos publicados en las redes sociales.

Francisco Vera, director de proyectos de Derechos Digitales, una ONG dedicada a la defensa, promoción y desarrollo de los derechos humanos en el entorno digital, dijo en el Foro Público de Lima que las exigencias estadounidenses significan una criminalización de los usuarios de Internet y atenta contra la libertad de expresión. “Lo que se pide en el TPP va más allá de la Ley Sopa (Stop Online Piracy Act – Cese a la piratería en línea)”, un proyecto de ley presentado en 2011 en la Cámara de Representantes de Estados Unidos que extiende las competencias del Departamento de Justicia y amplía las capacidades de los propietarios de derechos intelectuales para combatir el tráfico en línea de contenidos y productos protegidos.

Los riesgos para el Perú

Melinda St. Louis, de Public Citizen, una organización de contrapeso al poder corporativo con sede en Washington, enumeró en el Foro Público de Lima los peligros que el TPP comportaría para el Perú. El país podría verse expuesto a un creciente número de demandas judiciales por parte de empresas extranjeras de todos los países del acuerdo, alertó la activista estadounidense, e indicó que podrían ser blanco de las mismas las políticas de salud y de uso del suelo, la contratación pública, los derechos de propiedad intelectual, y la regulación de los instrumentos financieros.

Pero St. Louis concluyó que como Australia se niega a someterse a la resolución de disputas inversionista-Estado en el TPP, otros países como el Perú deberían demandar lo mismo.


Publicado: Viernes 24 de mayo de 2013 - No. 115 - Año 2013

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