Realpolitik y Weltpolitik. Deflación, depresión, ¿con giro militarista global?
28 de agosto de 2015 - No. 224 - Año 2015
Alberto Graña
¿Las tres devaluaciones consecutivas realizadas por el Banco Central Chino son medidas aisladas? ¿Se trata de una estrategia explícita o de una medida desesperada? ¿O todas las anteriores?
La OECD sostiene que se ha devaluado el Yuan en una magnitud comparable a la de hace décadas para animar la economía y las exportaciones ante la debilidad de esta economía. Como efecto de rebote, Latinoamérica siente la pegada. Se puede mostrar que tales devaluaciones escalonadas afectan la tendencia deflacionaria de las cotizaciones de las materias primas. Desde una perspectiva más global, las devaluaciones del yuan pueden afectar la decisión de la FED para aumentar las tasas de interés de referencia y ahondar una larvada guerra de divisas en curso. Si la FED decide aumentar la tasa de interés de referencia – en contra de las opiniones del FMI y el BCE- con seguridad puede ahondar el problema en países, empresas y bancos fuertemente endeudados y desencadenar una debacle bursátil además de una espiral deflacionaria global.
Estas movidas de imprevisibles consecuencias globales retroalimentarían la tendencia de los últimos dos años de caída de los precios del petróleo y el gas, profundizarían los procesos deflacionarios observados en Grecia, Japón, EEUU y diversos países europeos configurando un panorama incierto cuya salida hablaría de procesos de decisiones más lejanas a la real politik y más cercanas a la weltpolitik, es decir, más motivadas por criterios para evitar desequilibrios financieros sistémicos tendientes al control económico directo. Situaciones como éstas nos llevan a imaginar escenarios en los que las potencias occidentales declinantes y las potencias emergentes busquen un reacomodo del mundo con políticas más explicables por una pugna hegemónica global. La historia nos muestra que las economías capitalistas “desarrolladas” notablemente la norteamericana cuándo entran en deflación y depresión – es decir, cuándo los instrumentos del mercado no funcionan-, para sacarlas de su marasmo se ven obligadas, a recurrir a la guerra como política económica.
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Publicado: 28 de agosto de 2015 -
No. 224 - Año 2015
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