Mafia y poder
Viernes 16 de setiembre de 2011 - 36 Año 2011
Héctor Béjar
Toda Italia paró contra el Plan Berlusconi la semana pasada. Desde la Confederación General del Trabajo (CGIL) hasta cientos de alcaldes y miles de trabajadores del Estado generaron otro de los movimientos sociales que han estremecido los últimos tiempos.
Italia debe 641,000 millones de euros a los bancos franceses, ingleses y alemanes, mientras Portugal debe a los bancos españoles e Irlanda a los bancos ingleses. Como Grecia, Portugal y España, Italia no puede pagar los intereses que corresponden a sus bonos soberanos. Su deuda sobrepasa a su PBI. Tampoco puede hacer frente a su presupuesto de los próximos dos años.
La crisis europea es un carrusel. Los estados se endeudaron para salvar a los bancos. Y lo hicieron con los mismos bancos que ahora exigen que las deudas se paguen o venden a bajo precio los bonos que compraron. Las calificadoras de riesgo bajan o suben sus puntos de acuerdo con maniobras especulativas.
Como cualquier gobierno latinoamericano del Consenso de Washington, Berlusconi quiere ahorrar 45,000 millones de euros a costa del nivel de vida de los italianos. La historia la conocemos: subir el IGV (Impuesto General a las Ventas, que en Italia se llama Impuesto al Valor Agregado, IVA) al veintiuno por ciento, que las mujeres trabajen cinco años más antes de jubilarse, de sesenta a sesenta y cinco años, anular el Estatuto del Trabajo para que los empresarios puedan despedir trabajadores, menos dinero a salud y educación, y no dar fondos a los municipios pequeños. Todos perjudicados menos las grandes fortunas que pagarán sólo un tres por ciento a los ingresos anuales mayores de 300,000 euros.
Eso es para que el Estado de los grandes ricos marche mediante el sacrificio de consumidores y trabajadores. Pero no resuelve el problema de fondo. Es sólo patear el balón para adelante.
¿Quién es este Berlusconi que ahora está en problemas? No voy a repetir las escabrosas historias de su afición por chicas menores de edad que son utilizadas para distraer la atención pública, así como Sarkozy usa a Carla Bruni para desviar la mirada de los ingenuos.
Hay otra historia que la fiscalía de Calabria y el comité antimafia del parlamento hurgan hace meses. La relación entre Silvio Berlusconi y la mafia calabresa.
¿Cómo se puede explicar veinte años de vertiginosas adquisiciones de televisoras, editoriales y diarios en Italia y toda Europa hasta llegar a 8,000 millones de dólares, la primera fortuna del país?
Berlusconi se inició relacionándose con la centenaria Logia Masónica Propaganda Due, dominada por la CIA, que en los años ochenta estuvo vinculada con el Banco Ambrosiano del Vaticano (aquél que financió con fondos de la mafia a la polaca Solidaridad), la misma logia que movilizó a López Rega, la Triple A, Massera, Videla y la Operación Cóndor para matar comunistas, y a la OTAN que años después destruyó Yugoslavia y Libia.
Las grandes mafias de Italia son la Cosa Nostra siciliana, la Camorra napolitana y la Ndrangheta calabresa (significa hombre valiente en griego). Vienen del tránsito de la Edad Media a los tiempos modernos y se basan en clanes y familias, en pactos de honor y silencio para obtener seguridad. Operan en ausencia o al margen de la legalidad de los Estados. Mueven los negocios más rentables y diversos tráficos, incluyendo drogas y juego. Usan los negocios para blanquear su dinero y el poder político para proteger sus fondos. Así como mediante Sarkozy han logrado penetrar al gobierno francés, en el de Italia han llegado al poder vía la Liga Norte y Forza Italia.
Roberto Saviano, el periodista que ha denunciado estos vínculos en su libro La Camorra, debe tener guardia especial las veinticuatro horas del día para cuidarse de los gánsteres.
Europa está amenazada por el poder mafioso: Murdoch en Inglaterra, la mafia corsa en Francia, la calabresa en Italia. En términos históricos, desde la vieja Florencia de los Medici, capitalismo equivale a crimen y mafia. La mano invisible del mercado es, en realidad, la mano visible de las mafias. Ahora el poder mafioso sustenta la derecha más extrema y construye el nuevo fascismo que necesitan quienes disfrutan la mega riqueza surgida de la crisis.
Publicado: Viernes 16 de setiembre de 2011 -
36 Año 2011
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