Nuevo golpe al sistema bancario
Viernes 20 de julio de 2012 - 75 Año 2012
Martin Khor
La reputación y la credibilidad de los bancos, de los reguladores y del sistema bancario en los países desarrollados occidentales, ya golpeadas por los vaivenes de las crisis financieras, han caído aún más con el escándalo de las manipulaciones de la tasa Libor.
Además del Banco Barclays, que pagó 456,000 millones de dólares de multa a las autoridades británicas y estadounidenses, al menos otros once bancos que participaron de las manipulaciones de la Libor enfrentan hasta 22,000 millones de dólares de multas y perjuicios a inversionistas y contrapartes, según un artículo de The Financial Times.
Y estas cifras podrían incluso estar subestimadas porque, además, también enfrentarían multas multimillonarias en dólares o euros de acciones judiciales anticártel.
El escándalo no pudo haber llegado en peor momento, con el sector bancario ya sumido en varias crisis graves. Que los bancos más poderosos del mundo hayan estado manipulando la venerada tasa Libor, que por muchos años la opinión pública consideró se establecía objetiva y científicamente, es casi inimaginable.
Se informó que hubo dos tipos de manipulaciones: para influenciar en las tasas Libor de manera que el banco pudiera obtener ganancias en la comercialización de sus derivados y para, deshonestamente, dar la idea de que sus propios costos de financiamiento eran más bajos de lo que eran en realidad, y así mejorar su imagen.
El escándalo golpea el corazón del negocio bancario mundial porque la tasa Libor es la base de miles de contratos del mundo financiero.
Este nuevo golpe a la credibilidad de los bancos llega en un momento en que hay nuevos indicios de una grave recesión de la economía mundial. En particular, las tasas de crecimiento de varios de los principales países en desarrollo han disminuido significativamente en los últimos tres meses, lo que significa que las crisis bancaria y de endeudamiento en Europa comenzaron a tener un grave impacto en el mundo en desarrollo. Y el escándalo de la tasa Libor puede agravar la deteriorada situación económica mundial.
Como mínimo, los bancos involucrados en el escándalo podrían empeorar su posición financiera, y tendrían menos crédito para ofrecer a la economía real.
Las multas estimadas reducirían un 0.5 por ciento su valor nominal y cada banco podría también tener que pagar un promedio de cuatrocientos millones de dólares por demandas, según un estudio de Stanley Morgan publicado en The Financial Times.
Esto podría ser solo la punta del iceberg. Reguladores de varios países, fuera de Gran Bretaña y Estados Unidos, como Canadá, Japón y Suiza, se encuentran investigando, mientras que varias empresas y abogados están considerando iniciar demandas contra los bancos.
También se ha visto afectada la credibilidad de los reguladores europeos y estadounidenses. O bien no supieron de las manipulaciones de los bancos –y por lo tanto no estaban haciendo su trabajo– o bien las conocían y permitieron que el engaño se extendiera varios años más.
Aparentemente en 2005 se supo de la manipulación del sistema Libor, al menos en el comercio.
En abril de 2008, un artículo publicado en The Wall Street Journal planteó interrogantes acerca de la forma en que se fijaba la tasa Libor.
Documentos dados a conocer el 13 de julio por la Reserva Federal de Nueva York revelaron que desde abril de 2008 las autoridades estadounidenses tenían pruebas de que Barclays daba informes falsos sobre la tasa de financiamiento, según varios informes de prensa, incluso de The Wall Street Journal.
Un empleado de Barclays dijo a un analista federal de Nueva York, el 11 de abril de 2008: “Sí, sabemos que no estamos presentando, hmmm, una Libor honesta”. Explicó que el banco británico comenzó a subvaluar la Libor porque las gráficas que mostraban las tasas relativamente altas en que tenía que dar sus préstamos atrajeron una “atención indeseable” y “el precio de las acciones bajó”.
La información y las preocupaciones de los analistas se transmitieron al entonces jefe de la Reserva Federal Tim Geithner, quien en junio de 2008 envió un memorando al gobernador del Banco de Inglaterra, con seis propuestas para asegurar la integridad de la Libor, incluso un llamado a “eliminar los incentivos a dar información errónea” por parte de los bancos.
Los documentos demuestran que las autoridades de Estados Unidos ya sabían de las irregularidades de la tasa de intereses de la Libor y que a mediados de 2008 habían discutido con las autoridades británicas la necesidad de introducir reformas.
La duda radica en por qué los reguladores no actuaron hasta este año.
El escándalo de la Libor podría ser lo último que fuerce a los dirigentes políticos y autoridades financieras de los países desarrollados a realizar una reforma sistémica y profunda.
El sistema financiero ha estado plagado de sucesivas crisis y escándalos, así como de respuestas a las crisis. Es necesario reformar el marco regulatorio y de aplicación, el enormemente alto apalancamiento permitido por las instituciones financieras, las leyes que permiten una combinación de banca comercial y operaciones comerciales por cuenta propia en la misma institución, las actividades especulativas y de manipulación e instrumentos de instituciones financieras, las prácticas fraudulentas y el sistema de incentivos, incluso pagos y bonos elevadamente injustificados y grandes recompensas a los banqueros por ingresos basados en actividades especulativas.
Por supuesto, también se impone una reforma del sistema Libor o establecer una alternativa al mismo.
En el sistema Libor, un grupo de bancos fijan las tasas de financiamiento para diez monedas en quince periodos diferentes de vencimiento.
En el caso Barclays surgieron dos tipos de manipulación. En el primero participaron operadores de derivados en Barclays y varios bancos que intentaron influenciar en la tasa Libor para aumentar las ganancias -o reducir las pérdidas- de las exposiciones de sus instrumentos derivados. El segundo implicó informes de Barclays y otros bancos sobre estimaciones de sus costos de financiamiento menores a la realidad.
Según The Economist, casi todos los bancos de los grupos Libor presentaban tasas que quizás estuvieron entre treinta y cuarenta puntos por debajo del promedio.
Martin Khor, fundador de la Red del Tercer Mundo, es director ejecutivo de South Centre, una organización de países en desarrollo con sede en Ginebra.
Publicado: Viernes 20 de julio de 2012 -
75 Año 2012
Etiquetas: Finanzas
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