¿Por qué suben los alimentos?
Viernes 12 de octubre de 2012 - 87 Año 2012
Carlos Alonso Bedoya
Tal como pasó en el 2008, justo antes de la quiebra de Lehman Brother, se dispararon los precios de los principales commodities alimentarios (trigo, maíz,soya). Y eso ha traído el alza de varios productos derivados, como la harina y el aceite, y de otros que los requieren como insumos, como la leche o la carne de pollo. En el Perú eso se nota mucho, pues no produce trigo y es deficitario en maíz.
Nuevamente como entonces, los principales medios de comunicación mundiales alegan como que la demanda mundial de alimentos es cada vez mayor por el crecimiento económico chino o que una parte importante de los cultivos se van para la producción de agrocombustibles, como biodiesel o etanol. Al menos esas dos causas fueron las más sonadas en el 2008, antes del estallido de la crisis global.
Pero ahora no se puede decir eso, pues la economía china ya no tiene la velocidad para justificar el alza y, además, Europa y Estados Unidos están estancados. Por eso nos han venido con el cuento de que la crisis alimentaria se debe al cambio climático.
Si bien todos estos factores de alguna manera pueden impactar los precios, no explican el paquetazo internacional de los alimentos.
Especulación financiera
La real causa del alza de los commodities alimentarios tiene que ver con lo mismo que ha originado la crisis global: especulación financiera a toda máquina con poco o nada de regulación.
Para empezar, los alimentos -al igual que el oro, la plata y otras materias primas- son considerados mercancías y transados en grandes mercados mundiales. El más conocido y usado es el Chicago Board of Trade.
El problema reside en que, además de ver a los alimentos como una mercancía más, en su negociación ya no solo operan productores, consumidores o distribuidores, sino también inversionistas que nada tienen que ver con el negocio alimentario y solo quieren ganar plata más rápido, especulando con los contratos de futuros de los commodites alimentarios o con los contratos de derivados de los mismos. Es decir, ni siquiera compran físicamente el alimento, sino futuros y opciones de mercado.
Fondos Índice
Los llamados fondos índice que reúnen dinero de varios lados, entran en estos mercados tal cual lo haría un jugador de póker en un casino. Empiezan a apostar y con ello mueven las expectativas actuales.
Claro, si viene un jugador que pone miles de millones de dólares en contratos de futuro de un determinado producto genera inmediatamente expectativas alcistas. Porque si se percibe que el precio subirá en el futuro, entonces muchos se protegen subiendo el precio en la actualidad. Es un juego perverso, pues estamos hablando del hambre en el mundo.
Y esto es un fenómeno del siglo XXI. Es entre el 2002 y el 2008 que los precios de los principales commodities se triplicaron (trigo) o quintuplicaron (arroz). A eso se le llamó crisis alimentaria. Pero resulta que en ese periodo, según el Greenberg Center for Geoeconomic Studies, el crecimiento demográfico no se había acelerado, con lo cual la demanda relacionada con el consumo de las familias no explicaba el incremento de precios.
Oferta y Demanda
Según este estudio, lo que se había incrementado más bien era la demanda de entregas futuras de alimentos, siendo los más negociados el arroz, el maíz, la soya y los aceites. Esas transacciones habían aumentado exponencialmente. Basta decir que solo en el periodo 2006-2008 esas transacciones habían crecido en sesenta y seis por ciento. Por eso el propio Banco Mundial reconoció que la especulación financiera no tenía un rol menor en este problema, como había afirmado previamente.
Los precios de los alimentos suben porque los banqueros e inversionistas usureros e irresponsables pretenden ganar cada vez más dinero. Eso es todo.
¿Qué hacer? Se requiere regular eficazmente estos mercados, poner límites fuertes al intercambio de futuros y derivados financieros de estos commodities y buscar otras opciones para fondear el mercado alimentario. Es decir, acabar con la especulación.
* Abogado y periodista, asesor de la Red Latinoamericana sobre Deuda, Desarrollo y Derechos (Latindadd).
Publicado: Viernes 12 de octubre de 2012 -
87 Año 2012
No hay comentarios
Envíe su comentario
Login