La trampa del ingreso medio
15 de noviembre de 2013 - No. 140 - Año 2013
Héctor Béjar
Hace tiempo que el Banco Mundial y sus seguidores festejan el crecimiento de las clases medias. Dentro de esa onda se ubica La movilidad económica y el crecimiento de la clase media en América Latina, un estudio de Francisco Ferreira y un equipo de economistas (Banco Mundial, 2013).
Ellos definen en diez dólares por día el límite inferior del ingreso per cápita en los hogares de clase media y cincuenta dólares como nivel superior. Una familia de cuatro personas se clasificaría como de clase media si sus ingresos oscilaran entre 14,600 y 73,000 dólares anuales.
Entre el 2000 y el 2010, la clase media habría crecido de cien a ciento cincuenta millones en América Latina. Según la Cepal, las clases medias habrían crecido debido a la expansión del empleo no manual y el aumento de la capacidad de consumo de los hogares. (Rolando Franco, Martín Hopenhayn y Arturo León, “Crece y cambia la clase media en América Latina: una puesta al día”, Revista de la Cepal Nº 103, pp. 7–26, abril de 2011.)
El grupo bancario de inversión global Goldman Sachs destaca que ya son mil trescientos millones de personas de clase media en el mundo, especialmente en China y la India. El sector crece en setenta millones de personas por año. En el 2030 llegaría a los dos mil millones, el treinta por ciento de la población mundial.
Los voceros neoliberales en el periodismo esperan que estas clases medias sean el soporte social de regímenes políticos democráticos a la manera norteamericana, la base de “primaveras” que derriben a los gobiernos dictatoriales o populistas, e instauren una era en que se consagren los derechos humanos sin tocar los privilegios de las empresas transnacionales.
Un reciente documento del Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), titulado Perspectivas económicas de América Latina al 2014, ha puesto paños fríos a este entusiasmo. En un capítulo titulado “La trampa del ingreso medio”, el documento se refiere a la vulnerabilidad de las clases medias en los países emergentes. Hay brechas de ingresos con la pobreza extrema. Falta de sostenibilidad del crecimiento. Estancamiento de la renta per cápita ante la inseguridad de los precios internacionales.
En América Latina, los gobiernos no pueden ni quieren redistribuir la renta poniendo impuestos a los ricos. Tienen que resignarse a promover programas sociales que no generan empleos de calidad. La sostenibilidad de las transferencias condicionadas (programa “Juntos” en Perú y similares) depende de los ingresos que se derivan de la explotación de recursos naturales.
América Latina no se ha convertido en un polo de crecimiento global, es el furgón de cola de la nueva industria centrada en Asia que produce para los mercados europeos y norteamericanos.
El concepto de clase media alude a rasgos inexistentes hoy: instrucción humanista superior, civismo, estabilidad laboral, fuerzas morales, seguridad social. Dentro de estos sectores emergentes hay analfabetos morales, indiferencia ante la injusticia en una sociedad egoísta, salvaje e insegura. Los dos fenómenos no son equiparables. Las clases medias ilustradas y progresistas son minorías combatidas por el sistema.
Las propuestas de la OCDE para superar esta situación son antiguas. Transformar la base productiva, nuevas actividades con mayor intensidad tecnológica y de conocimientos. Mayor inversión en tecnología y mejores ingresos. No solo un grupo de grandes empresas sino el conjunto de la economía con encadenamientos hacia atrás y hacia adelante.
¿Quién lo hará ahora si los estados desarrollistas de los años setenta han sido eliminados a la mala y se sigue rindiendo culto a la destrucción de la naturaleza? Eso no lo harán la mayoría de gobiernos latinoamericanos. ¿Quién le pone el cascabel al gato?
Lo que ahora sugieren fue la ruta que cortaron con los programas liberales de los años noventa. Lo menos que deberían hacer es pedir perdón.
Héctor Béjar
www.hectorbejar.com
Publicado: 15 de noviembre de 2013 -
No. 140 - Año 2013
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