Cambio climático: Adaptación en la Amazonía
25 de abril de 2014 - No. 160 - Año 2014
Lorena Del Carpio Suarez
Ante la COP 20 de Lima, los ojos del mundo se centran en el Perú. El Ministerio del Ambiente firmó un contrato que fortalece la participación indígena en las negociaciones sobre el cambio climático, para enfatizar la importancia de la Amazonía y sus pobladores en los escenarios de mitigación y adaptación.
Cultivos ancestrales y Cambio Climático
Los impactos del cambio climático son menos visibles en la Amazonía que en los Andes, donde las comunidades rurales están obligadas, desde hace varios años, a enfrentar sequías, bajas temperaturas y huaycos generando pérdidas dramáticas en sus cultivos, ganado, viviendas, así como en su salud.
Los hombres y mujeres de las comunidades amazónicas perciben estos cambios climáticos sin sentir que su sobrevivencia sea afectada pero cuando se trata de los cultivos, las mujeres sienten preocupación ya que son su fuente de ingreso.
En la región San Martin, entre 1970 y 1980, se priorizó la siembra de coca para producción de drogas, motivado por el alto precio que se pagaba por el cultivo. Posteriormente con la implementación de programas de erradicación del cultivo de la coca a nivel nacional, se han incorporado sembríos como el café y el cacao, que actualmente representan un ingreso económico muy importante para las comunidades. Anualmente a nivel nacional el café genera ciento cincuenta mil empleos en promedio. (María Isabel Remy y Marisa Glave Remy. Cafetaleros empresarios. Dinamismo asociativo para el desarrollo en el Perú. Lima, IEP/Oxfam, 2007.)
La predominancia de café y cacao en las parcelas ha sustituido y marginado a aquellos cultivos tradicionales. En ese contexto, entre 2011-2013, la fundación OXFAM junto a la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP) y las organizaciones indígenas locales de la etnia Kechwa, Fepikresamy Cepka llevaron a cabo el proyecto “Mujeres indígenas rescatando las prácticas y los cultivos locales de la Amazonía” con el objetivo de potenciar el conocimiento ancestral de las mujeres indígenas de la provincia de Lamas para enfrentar los efectos del cambio climático, contribuyendo así a la recuperación de cultivos amazónicos para asegurar la alimentación y mejorar su calidad de vida.
Cultivos tradicionales como una estrategia de adaptación al cambio climático
Este tema aún requiere mayor sustento empírico. Sin embargo, se observa la urgencia de ir recogiendo experiencias para cubrir los requerimientos de adaptación en Amazonía, en complemento con las iniciativas de mitigación, que se traduce en detener la deforestación de los bosques.
En un escenario presente y futuro que incluye el cambio climático, la agrobiodiversidad se convierte en una estrategia clave para enfrentar sus efectos, sobre todo en el caso de población vulnerable con poco acceso a recursos, tierra y oportunidades de mercado. (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación – FAO. El cambio climático y la biodiversidad para los alimentos y la agricultura: ftp://ftp.fao.org/docrep/fao/010/i0142s/i0142s01.pdf) Desde que se inició la actividad agrícola, hace unos doce mil años, se contaba con alrededor de siete mil especies, mientras que hoy nuestra alimentación está basada y depende de tan solo quince especies vegetales y ocho especies animales. En la actualidad, mantener especies silvestres o tradicionales puede representar una política “aseguradora” para el futuro. (Convenio de Diversidad Biológica. Agricultural Biodiversity and Climate Change: http://www.cbd.int/doc/bioday/2009/banners/cbd-ibd-banners-8-en.pdf)
La Amazonía“sumidero de carbono”
La Amazonia cumple un rol fundamental de absorber y contener en sus bosques el dióxido de carbono -el quince por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global provienen de la deforestación y cambio de uso del suelo (http://ccafs.cgiar.org/bigfacts/deforestation-emissions/)- contribuyendo así a la estabilización del clima y desaceleración del proceso del cambio climático. Por otro lado, varios estudios siguen identificando los impactos en el bosque Amazónico debido al cambio en la temporalidad de lluvias y temperaturas, sumado a otros factores como el uso de suelos.
Esto ha generado que la Amazonía sea considerada un “sumidero de carbono” importantísimo para el planeta. Sin embargo, esta concepción deja de lado otros aspectos claves, por lo que es importante reconocer de manera integral los diferentes servicios que brinda la Amazonía como un ecosistema vivo, considerando la diversidad cultural de los pueblos que la habitan, así como la diversidad biológica.
Por varios años, la AIDESEP y la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) han estado participando en espacios de negociación internacional de cambio climático y temas forestales, dando a conocer la propuesta REDD+ Indígena Amazónico – RIA (http://www.coica.org.ec/index.php/es/noticias/241-redd-indigena-amazonico) que insiste en una visión holística de la Amazonía.
La deforestación es menor en los territorios indígenas
Al plantear esto estamos hablando de doscientos diez millones de hectáreas habitadas por pueblos indígenas que han sido conservadas y protegidas por muchos años, ya que está comprobado que las tasas de deforestación son menores en territorios indígenas. Garantizar la consolidación y titulación de estos territorios es prioritario para esta población, ya que sus medios de vida basados en la pesca, agricultura y caza dependen directamente de este ecosistema, que en un escenario de cambio climático los hace más vulnerables.
En el caso de Perú, esta propuesta se traduce en cuatro ejes: 1) Asegurar el cumplimiento de las obligaciones nacionales e internacionales de respeto de los derechos colectivos de los pueblos indígenas, incluyendo medidas sobre la deuda histórica para reconocer los territorios colectivos de los pueblos indígenas. 2) Adecuar las leyes y políticas relacionadas con las obligaciones nacionales e internacionales del Perú hacia los pueblos indígenas incluyendo la ley y reglamento para la consulta previa, servicios ambientales y modificar la ley de forestal y fauna silvestre. 3) Asegurar que las políticas, planes y contratos de REDD+ incorporen perspectivas culturales específicas y respeten sistema tradicional de manejo del bosque. 4) Medidas inmediatas para frenar y controlar la “burbuja” especulativa de REDD+ y de piratas del carbono e iniciativas de venta de carbono que están presionando y dividiendo las comunidades en la Amazonia Peruana.
La COP 20
Ante la 20ª Conferencia de las Partes (COP 20) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se realizará en Lima en diciembre, los ojos del mundo estarán centrados en Perú y en la Amazonía.
El Ministerio del Ambiente firmó un convenio de cooperación con COICA y AIDESEP para fortalecer y relevar la participación y los aportes de los pueblos indígenas en las negociaciones climáticas y en la agenda climática nacional, buscando enfatizar la importancia de la Amazonía y sus pobladores en los escenarios de mitigación y adaptación ante el cambio climático.
El convenio facilitará la formulación de propuestas, proyectos y la organización de eventos relacionados con los pueblos indígenas y el cambio climático; la participación y presencia indígena en la toma de decisiones; acciones conjuntas de difusión de la realidad socioambiental indígena, incluyendo la sensibilización de comunicadores y el fortalecimiento de capacidades.
Lorena Del Carpio Suarez es consultora en Cambio Climático e integrante del Movimiento Ciudadano frente al Cambio Climático (MOCICC).
Publicado: 25 de abril de 2014 -
No. 160 - Año 2014
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