La muerte de inocentes sirios, iraquíes o kurdos interesa poco a estas alturas a los bandos en pugna. Ni siquiera la muerte de rehenes europeos y norteamericanos parece interesar a sus gobiernos. Son apenas daños colaterales. Lamento volver sobre el tema de la muerte de inocentes en Irak y Siria. Hubiera querido referirme a otro asunto esta semana, pero la situación mundial se torna extremadamente peligrosa. Ha sido mostrado un nuevo video con el asesinato del trabajador humanitario británico Alan Henning.

El video de la ejecución, difundido por el misterioso SITE Intelligence Group (centro estadounidense de vigilancia de los sites islámicos), ha sido titulado “Un nuevo mensaje para América y sus aliados”. Parece realizado en el mismo escenario que las ejecuciones de los norteamericanos Jim Foley, Steven Sotloff y el británico David Haines a mitad de setiembre, tiene el audio distorsionado electrónicamente y dura solo un minuto once segundos. Por supuesto, no tiene los créditos de sus realizadores.

Henning dice: “Yo soy Alan Henning. Debido a la decisión de nuestro parlamento para atacar al Estado Islámico (EI), ahora voy a pagar el precio de esa decisión”. Una voz concluye entonces: “La sangre de David Haines estaba en sus manos, Cameron. Alan Henning también será sacrificado”. Al fin de este video el EI presenta otro rehén norteamericano, Peter Kassig, y amenaza con hacerlo la siguiente víctima.

Otro rehén francés, Hervé Gourdel, fue asesinado por Jund al-Khalifa, un grupo ligado al EI, el 24 de setiembre.

En otro video difundido por la rama del EI en Nínive, aparece un grupo de combatientes kurdos vestidos de naranja. Tres de ellos piden al presidente del Kurdistán iraquí, Massoud Barzani, y al gobierno kurdo abandonar su cooperación con Estados Unidos.

“No dejen a América intervenir en nuestra región. Nuestras almas están en vuestras manos… cualquier error o descuido de vuestra parte implicará la pérdida de nuestras vidas”, dice uno de los prisioneros.

El EI continúa el sitio de Kobané, donde las fuerzas kurdas oponen una resistencia desesperada. “Haremos todo lo que podamos para que Kobané no caiga”, ha afirmado el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu.

Bajo el pretexto de combatir al EI se sigue demoliendo Siria. Los refugiados sobrepasaron ya el millón. Ya van destruyendo Afganistán, Irak, Libia y parte de Siria. Y como dice el tango, el mundo sigue andando.

El EI controla vastas regiones en Siria mientras decenas de miles de combatientes reclutados en Chechenia y otros países son los que asedian Kobané, según el Observatorio Sirio por los Derechos Humanos (OSDH), organización no gubernamental de la oposición siria radicada en el Reino Unido. La toma de Kobané permitiría al EI controlar sin discontinuidad una larga banda de territorio fronterizo con Turquía.

En Irak, hace cuatro meses que el ejército combate a los yihadistas sin éxito. El EI se ha apoderado de cinco provincias y la segunda ciudad del país, Mossoul, convertida en su cuartel general.

El ex jefe del Ejército británico general Sir Richard Dannatt, que fue comandante de las fuerzas británicas en Kosovo, ha declarado a la BBC que “la muerte de los rehenes es parte del duro precio que se debe pagar confrontando la abominación del EI”. Lord Dannatt renovó su llamado a que el Reino Unido extienda sus operaciones militares en Siria, donde Estados Unidos está haciendo ataques por aire. Dijo que el Reino Unido no está haciendo bastante.

Majid Freeman, una voluntaria de Leicester que trabajaba con Henning en Siria, dijo que la decisión británica de unirse a los ataques aéreos de Estados Unidos pudo haber sellado el destino de Henning: “Turquía logró liberar cuarenta y nueve rehenes sin pagar un solo centavo. El tiempo entre la amenaza inicial de matar a Henning y su asesinato, sugirió que el EI, al menos, había estado abierto a negociaciones. Sin embargo, el gobierno no hizo nada en absoluto para ayudar a su caso. En todo caso, votaron a favor de ataques aéreos que pueden haber sellado su destino”.

La muerte de inocentes sirios, iraquíes o kurdos interesa poco a estas alturas a los bandos en pugna. Ni siquiera la muerte de rehenes europeos y norteamericanos parece interesar a sus gobiernos. Son apenas daños colaterales.

Héctor Béjar
www.hectorbejar.com

Publicado: 10 de octubre de 2014 - No. 184 - Año 2014