México sangriento
21 de noviembre de 2014 - No. 190 - Año 2014
Héctor Béjar
Apenas triunfante la revolución mexicana de 1910, Victoriano Huerta hizo fusilar a Francisco Madero y José María Pino Suárez en 1913. Gustavo Madero, el hermano de Francisco, fue asesinado poco antes. Venustiano Carranza mandó matar a traición a Emiliano Zapata en 1919. Álvaro Obregón hizo matar a Carranza en 1920. Obregón y Plutarco Elías Calles ordenaron el asesinato de Francisco Villa en una emboscada en 1923. Ese año un católico asesinó a Obregón. No quedó vivo uno solo de los líderes de la revolución de 1910. Probable balance de la guerra: un millón de muertos.
Heredero de la revolución, Plutarco Elías Calles quiso afirmar el Estado laico. Los católicos respondieron asesinando maestros rurales y se produjeron las guerras cristeras entre 1926 y 1929. Doscientos cincuenta mil muertos y doscientos cincuenta mil fugitivos a Estados Unidos.
Calles fundó el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 1929. ¿Qué institucionalizó el PRI? El dominio de los fondos públicos para enriquecerse, el fraude para mantenerse en el poder. Desde entonces se dijo: “En el Presupuesto está la verdad”.
Edmundo Jardón Arzate probó en su libro La hoja murmurante que Manuel Ávila Camacho, impuesto en el fraude electoral de 1940, ordenó el asesinato durante un banquete de Alfredo Zárate Albarrán, maestro masón de formación zapatista, líder del Bloque de Gobernadores rebeldes en 1942. Viró a la derecha. Nadie vio nada, no se identificó al asesino. La revolución fue abandonada y los millonarios se multiplicaron. México aprendió la lección: el que obedece no se equivoca.
Furiosamente antiizquierdista, Maximino Ávila Camacho, hermano de Manuel Ávila Camacho, tuvo como colaborador principal a Gustavo Díaz Ordaz, quien sucedió a Adolfo López Mateos en el período 1964–1970. Díaz Ordaz ordenó al batallón Olimpia del ejército ejecutar la masacre de Tlatelolco contra los estudiantes en 1968. Entre doscientos y trescientos cadáveres fueron retirados en camiones de basura.
Carlos Salinas de Gortari abrió el camino para el NAFTA (Tratado de libre comercio de América del Norte). Era la entrada de la nación al primer mundo por el camino neoliberal, la misma aspiración que han manifestado los empresarios peruanos en la Conferencia de Ejecutivos de 2014. Fue la entrega del norte para que las empresas norteamericanas practiquen el capitalismo salvaje.
En 1995, su sucesor, Ernesto Zedillo, reveló que el país estaba en quiebra. México no ingresó al primero sino al cuarto mundo, el de la miseria moral y el horror. Por el forado de los carteles mafiosos que abrió el NAFTA ingresaron los traficantes de armas y droga. México se estacionó. Fue el país que creció menos en América Latina: 1.1 por ciento en 2013.
Para firmar el NAFTA hubo que matar a Luis Donaldo Colosio en 1994. Todos los indicios apuntan a Carlos Salinas de Gortari. Pero el caso fue cerrado sin culpables el 2000. Vinieron después Vicente Fox y Felipe Calderón, este último con trampa.
Fue en el estado de Guerrero en 2006 donde se produjeron los asesinatos de militares que llevaron a Calderón a declarar la guerra a los narcos. Guerra de todos contra todos, ejército, policía, sicarios y bandas de narcos. Treinta y cinco mil muertes al 2010.
Francisco Cruz y Jorge Toribio Montiel cuentan la historia de la familia Peña Nieto en su libro Negocios de familia (Planeta, 2009). En 1999, Arturo Montiel Rojas, tío de Enrique Peña Nieto, fue elegido gobernador del estado de México. Buscó la candidatura presidencial del PRI el 2006. Sus rivales revelaron sus suntuosas propiedades, de origen desconocido, en México y el extranjero. Una fortuna de muchos millones de dólares obtenida mediante el tráfico de influencias y la apropiación de dinero público. Nada original.
Arturo Montiel, el “Rey Arturo”, gobernador del estado de México, es tío de Enrique Peña Nieto y éste es miembro del Opus Dei.
La familia Montiel-Peña Nieto logró su objetivo: colocar a Enrique Peña Nieto en la Presidencia. Seguirán acumulando millones mientras el país se desangra. Van cien mil muertos desde el 2006.
¿Querían capitalismo por el camino neoliberal? Pues ahí lo tienen. Mírense en el espejo.
Héctor Béjar
www.hectorbejar.com
Publicado: 21 de noviembre de 2014 -
No. 190 - Año 2014
Los medios y los poderes fácticos nos hacen creer que vivimos en el mejor de los mundos, al menos un mundo con esperanza de riqueza, el dios del capitalismo.
Nos hace falta escudriñar la historia, la lucha de clases, para descubrir las fuerzas del bien y del mal. Y quizá para despertarnos de la hipnosis que vivimos.
Este artículo está en la linea, merece que lea mucha gente. Felicitaciones.