En el Perú, hemos pasado de una migración interna a una externa, siendo que el diez por ciento de la población se encuentra fuera del país. Existen muchos factores que promueven la migración de nuestros connacionales. Una de ellas es vivir en un lugar con una mejor distribución de ingresos, donde sus necesidades sean atendidas en directa relación con el esfuerzo desplegado y la protección de los derechos de las personas.

Hay una contradicción entre las cifras macroeconómicas del gobierno peruano -que van en concordancia con las de agencias calificadoras como Standard & Poor’s, que nos ubican como el segundo país de la región con riesgo crediticio, es decir, con más credibilidad para invertir y más oportunidades para los inversores- y, de otro lado, la falta de oportunidades humanas (sociales) de peruanas y peruanos: el Banco Mundial nos califica en el puesto catorce entre dieciocho países. En otras palabras, hay muchas oportunidades para los inversores, pero pocas para las ciudadanas y los ciudadanos peruanos.

La migración peruana obedece también a la desconfianza que tenemos en nuestros gobernantes, en las instituciones, en todo el sistema político; a la despreocupación e indiferencia de la clase política respecto a las aspiraciones de los habitantes del país. El desconocimiento de la problemática y la insensibilidad frente a la misma no les permite comprender los graves impedimentos, las barreras legales, los abusos y discriminación en la que se ven envueltos debido a su condición migratoria.

En este sentido, la población peruana que emigra necesita ser atendida urgente y legítimamente en sus derechos ciudadanos, mediante una política pública migratoria con consideraciones de género -dado que el cincuenta y dos por ciento de la población migrante está compuesta de mujeres-, de interculturalidad e, inclusive, con un enfoque generacional, ya que la edad de nuestros emigrantes fluctúa entre los diecinueve y los treinta y cinco años, lo cual constituye una población joven, en etapa productiva. Urge también un presupuesto dedicado a atender las necesidades de nuestros connacionales que se encuentran fuera del país, a las y los retornados que suman aproximadamente doscientos mil, así como a los casi sesenta mil extranjeros que viven en nuestro territorio. Esta problemática demanda del Ministerio de Relaciones Exteriores recursos para responder a las mínimas obligaciones que el Estado debe atender.

En la actualidad, contamos con una Ley de Extranjería con veintidós años de antigüedad, que además nunca fue reglamentada. Vale decir, en la práctica no funciona y no puede funcionar porque si no está reglamentada no se aplica, lo cual nos muestra el poco interés que el tema migratorio le merece a nuestras autoridades, a quienes solo les resulta atractivo el creciente envío de remesas desde el exterior.

Existe una posibilidad de darles voz a nuestros connacionales, aquellos que aun estando más allá de nuestras fronteras contribuyen al crecimiento económico -del cual hoy nos vanagloriamos- a través del sacrificado envío de remesas. Esta posibilidad se da mediante la creación del distrito electoral de peruanas y peruanos en el exterior. Sabemos que muchos congresistas no están de acuerdo con dicha propuesta, pero es un derecho que exige la población migrante por estar reconocido en la Constitución, por cuanto contribuye a la modernización institucional democrática, a la justicia con sus aportes y vínculos con el país.

Las organizaciones de familiares de migrantes avanzan en su rol promotor y de sensibilización en el tema. Desde la sociedad civil se destacan una serie de iniciativas, insumos, reflexiones e inclusive acciones de incidencia pública y política que aportan y sensibilizan tanto a la población como a las autoridades, y se constituyen en un articulador importante entre las organizaciones y el Estado. A este último, aún le falta mucho para demostrar un avance en la agenda migratoria. Creemos que es una deuda pendiente que el Estado peruano tiene con las peruanas y los peruanos, y le corresponde demostrar su voluntad política avanzando hacia la solución de esta problemática.

Miriam Torres L., coordinadora del Proyecto “Perú Migrante” por Forum Solidaridad Perú.

Publicado: 18 de octubre de 2013 - No. 136 - Año 2013