G-77 y China: la Cumbre de Santa Cruz de la Sierra
20 de junio de 2014 - No. 168 - Año 2014
Martin Khor
La Cumbre Extraordinaria del Grupo de los 77 y China (G-77), que conmemoró el 50º aniversario de su creación, se celebró el 14 y el 15 de junio en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. En su discurso de apertura, el presidente del país anfitrión, Evo Morales, profundizó en el tema de la Cumbre: “Hacia un Nuevo Orden Mundial para Vivir Bien”. Y en el transcurso de la reunión, varios representantes de los países miembros hicieron referencia al concepto del “Vivir Bien”.
Los participantes se mostraron impresionados no solo con las declaraciones del mandatario boliviano, serenas pero elocuentes, y sus respuestas inmediatas a las intervenciones de varios gobernantes, sino también por el hecho de que presidió personalmente la mayor parte de la sesión plenaria del segundo día, que se prolongó durante trece horas.
En la Cumbre de Santa Cruz de la Sierra estuvieron presentes, además de numerosos jefas y jefes de Estado y de gobierno, ministros y altos funcionarios de los países miembros del G-77 y China, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, quien intervino en la ceremonia de apertura y participó en la sesión plenaria, y el presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, John Ashe (representante permanente de Antigua y Barbuda), quien también intervino en la apertura y participó en la sesión plenaria.
La Cumbre adoptó una declaración de treinta y nueve páginas con doscientos cuarenta y dos párrafos, estructurada en cinco partes principales, con los siguientes temas: Contexto general; Desarrollo en el contexto nacional; Cooperación Sur-Sur; Desafíos mundiales; y Necesidades particulares de los países en desarrollo en situaciones especiales. (Ver recuadro.)
El punto culminante de la ceremonia de apertura, que tuvo lugar en la noche del 14 de junio, fue una bien estructurada presentación del presidente Evo Morales, quien evocó la historia política del G-77 y China, se refirió extensamente a la actual crisis económica que enfrenta el mundo, y los países en desarrollo en particular, y habló de las experiencias positivas de desarrollo de Bolivia en los últimos años.
Luego enumeró “varias tareas” que deberían cumplirse para “construir otro mundo” y establecer “la sociedad del Vivir Bien”. Entre estas tareas mencionó:
• Vivir bien, en armonía y equilibrio con la Madre Tierra.
• Soberanía sobre los recursos naturales y áreas estratégicas.
• Bienestar para todos convirtiendo a los servicios básicos en un derecho humano.
• Emancipación del actual sistema financiero internacional y construcción de una nueva arquitectura financiera.
• Construir la gran alianza económica, científica, tecnológica y cultural de los países del G-77 y China.
• Erradicar el hambre de los pueblos del mundo.
• Fortalecer la soberanía de los estados sin intervencionismo, injerencia extranjera ni espionaje.
• Renovación democrática de los estados.
• Un nuevo mundo desde el Sur para toda la humanidad.
“Ha llegado el tiempo de las naciones del Sur”, afirmó el mandatario boliviano al concluir su discurso. “Antes fuimos colonizados y esclavizados, y con nuestro trabajo robado se levantaron los imperios del Norte. Hoy, a cada paso que damos por nuestra liberación los imperios entran en decadencia y comienzan a derrumbarse. Pero nuestra liberación no es solo la liberación de los pueblos del Sur. Es a la vez la liberación de la humanidad entera porque nosotros no luchamos para dominar a otros, luchamos para que nadie domine a otro. Solo nosotros podemos salvar a la fuente de toda vida y de toda sociedad: la Madre Tierra que ahora está amenazada de muerte… Hoy otro mundo no solo es posible sino que es imprescindible. Hoy otro mundo es imprescindible porque si no, no habrá ningún mundo posible. Y ese otro mundo de igualdad, de complementariedad, de convivencia orgánica con la Madre Tierra solo puede surgir de los mil idiomas, de los mil colores, de las mil culturas hermanadas de todos los pueblos del Sur”.
El presidente boliviano también propuso el establecimiento de un Instituto de Cooperación y Descolonización Sur-Sur, un centro de investigación que tendría a su cargo la prestación de asistencia técnica a los países en desarrollo, para profundizar la implementación de las propuestas formuladas por el G-77 y China, y también debería proporcionar asistencia técnica y fortalecimiento institucional para el desarrollo y la autodeterminación. El mandatario propuso que el instituto tuviera su sede en Bolivia.
En su discurso de apertura, Ban Ki-moon dijo que el G-77 y China ha dado al Sur una voz de alcance mundial y que el Grupo ofrece una inmensa contribución a las Naciones Unidas. Expresó al presidente boliviano que apreciaba su visión del Vivir Bien, ya que el desarrollo basado en el Vivir Bien es la humanidad viviendo en armonía con la naturaleza.
Ban Ki-moon dijo que los objetivos de desarrollo sustentable necesitan de las Naciones Unidas y el G-77 tiene un papel clave para asegurar su efectividad. El G-77 debe presionar para que haya un régimen de comercio justo, transferencia de tecnología y otros temas por el estilo, afirmó, y el papel que desempeña en el foro mundial es fundamental para formular una Agenda para el Desarrollo post 2015.
El presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, John Ashe, ofreció también su apreciación sobre el importante papel que cumple el G-77 y China, el cual él mismo presidió hace unos años.
En la sesión plenaria del 15 de junio, el presidente Evo Morales presidió un debate entre jefes de Estado y de gobierno, que a menudo se convirtió en un activo intercambio de opiniones que combinó recuerdos de la formación y evolución del G-77, los problemas y las crisis actuales que enfrentan los países miembros, tanto en su esfuerzo nacional por el desarrollo como ante la turbulenta economía global, y la necesidad de mejorar en conjunto la estrategia y la ejecución de acciones del Grupo.
Uno de los temas principales introducido por el mandatario boliviano fue la necesidad de que los países en desarrollo recuperen el control sobre sus recursos naturales y que utilicen el aumento de los ingresos del Estado en programas sociales y económicos nacionales. Recordó la experiencia de Bolivia en la nacionalización del gas natural y los hidrocarburos, y destacó cómo esto ha dado lugar a un gran aumento de los ingresos del Estado que permitieron impulsar el progreso social.
En respuesta a su intervención, un jefe de gobierno manifestó que la historia de Bolivia en este aspecto ha sido muy inspiradora y que iba a explorar la aplicación de una política similar en su país.
La Cumbre concluyó a las diez de la noche del domingo 15 de junio, después de las declaraciones de representantes de casi un centenar de países, así como de la adopción de la Declaración.
En la Cumbre del G-77 y China en Santa Cruz de la Sierra estuvieron presentes las jefas y jefes de Estado y de gobierno de Argentina, Bangladesh, Cuba, Ecuador, El Salvador, Fiji, Gabón, Guinea Ecuatorial, Namibia, Perú, Santa Lucía, Sri Lanka, Swazilandia, Uruguay, Venezuela y Zimbabwe, y los vicepresidentes de Argelia, Costa Rica, Irán (que también representaba al Movimiento de Países No Alineados), Tanzania y Zambia, en tanto que China estuvo representada por el Vicepresidente del Congreso Nacional del Pueblo.
También participaron los ministros de Relaciones Exteriores de numerosos países, entre ellos Arabia Saudita, Botswana, Brasil, Chile, Dominica, Emiratos Árabes Unidos, Filipinas, Kenia, Laos, Malasia, Marruecos, Mozambique, Nepal, Nicaragua, Paraguay, Qatar, República Dominicana, Sudán, Timor Oriental, Trinidad y Tobago, Túnez y Uganda.
Martin Khor es Fundador de TWN y director ejecutivo del Centro del Sur.
Publicado: 20 de junio de 2014 -
No. 168 - Año 2014
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