Nicolás Sarkozy es interrogado por los casos Bygmalion, financiamiento por Libia y el arbitraje Tapie.

Caso Bygmalion. Está probado que los gastos electorales del candidato en 2007 llegaron a los treinta y nueve millones de euros. Sobrepasaron los veintidós millones autorizados por la ley. La sociedad Bygmalion aceptó haber facturado sumas inferiores a las reales con documentos falsos. Las cuentas de Bygmalion y la conservadora Unión por el Movimiento Popular (UMP) permitieron hacer doble facturación.

Financiamiento por Libia. Desde abril de 2013, los jueces investigan el financiamiento por el régimen de Muamar el Gadafi. El empresario francolibanés Ziad Takieddine afirma tener las pruebas del financiamiento. Los magistrados interceptaron en enero y febrero conversaciones de Sarkozy con su abogado Thierry Herzog. Sarkozy prometía una recompensa a Gilbert Azibert, magistrado de la Corte de Casación: un puesto en el Consejo de Estado de Mónaco a cambio de ayuda para sacarlo de apuros.

Arbitraje Tapie. Claude Guéant, ex ministro del Interior y ex secretario general de Sarkozy, promovió en 2007-2008 la decisión de preferir un tribunal privado a la justicia ordinaria para arreglar el diferendo entre el banco Crédit Lyonnais y Bernard Tapie sobre la reventa de la empresa Adidas. Hubo un simulacro de arbitraje organizado con el aval del Elíseo. El arbitraje privado que concedió al empresario cuatrocientos tres millones de euros en 2008 para zanjar su litigio con Crédit Lyonnais fue una estafa.

Cinco personas formaron una banda para ello: Bernard Tapie, su abogado Maurice Lantourne, uno de los tres árbitros, Pierre Estoup, y Stéphane Richard, ex director del Gabinete de la actual directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, entonces ministra de Economía de Francia. Lagarde fue intermediaria en la negociación. En premio la promovieron a la cabeza del FMI cuando el discrepante Dominique Strauss –Kahn fue apresado y destituido. Aprovecharon el caso Strauss-Kahn, el hombre que empezó a criticar la política del FMI, para poner en su lugar a Lagarde.

El 26 de febrero, la justicia abrió instrucción por tráfico de influencias y violación del secreto de instrucción. En el curso de este procedimiento, Sarkozy fue detenido para ser interrogado el 1 de julio, igual que su abogado Herzog y los dos altos magistrados implicados, Gilbert Azibert y Patrick Sassoust. Fue detenido durante veinticuatro horas por orden de la Oficina anticorrupción de Nanterre. Es la primera vez que un ex jefe de Estado es detenido en Francia.

Los casos están en manos de la Corte de Justicia de la República, la única que puede juzgar a miembros del gobierno por hechos cometidos en ejercicio de sus funciones.

Recuerdo lo que dije en esta columna hace meses. Nicolás Sarkozy es hijo de Pal Sarkozy de Nagy-Bocsa, noble húngaro reclutado por la Legión Extranjera para luchar contra la independencia argelina. Su madre, Andrée Mallah, fue secretaria de Achille Peretti, el guardaespaldas corso de Charles De Gaulle. Peretti estaba ligado a la French conection entre un grupo corso y el tráfico de estupefacientes en Nueva York.

Cuando Nicolás Sarkozy tenía veintidós años, su madrastra Christine de Ganay se casó con Frank Gardiner Wisner, jefe de la Oficina de Servicios Estratégicos de los Estados Unidos en el Sudeste de Europa. Él lo ayudó a seguir cursos en el Departamento de Estado. Así Sarkozy resultó vinculado desde su juventud al oficialismo norteamericano.

Su vinculación con los ricos de Francia le permitió llegar a ser ministro del Interior de Jacques Chirac y ministro de Presupuesto de Edouard Balladur. Mientras tanto, Frank Gardiner Wisner, el padrastro, fue responsable de planificación en el Departamento de Defensa en Washington. Está vinculado a Vincent Bolloré, hombre del Grupo Rotschild.

El rol de Sarkozy ha sido dejar en el pasado la independencia gaullista y uncir Francia al carro de guerra de los Estados Unidos. Su caso es un enfrentamiento entre los grandes ricos y lo que sobrevive del viejo Estado francés.

Héctor Béjar
www.hectorbejar.com

Publicado: 11 de julio de 2014 - No. 171 - Año 2014