¿Es el «género» un caballo de Troya para introducir nuevos temas en la OMC?
22 de diciembre de 2017 - No. 334
Roberto Bissio
Buenos Aires, 10 de diciembre (TWN) – Una «Declaración conjunta sobre comercio y empoderamiento económico de la mujer», copatrocinada por Islandia y Sierra Leona, ha recibido ya el respaldo de más de un tercio de los miembros de la OMC y podría ser oficialmente aprobada durante la Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que comienza hoy en la capital argentina.
Las economistas feministas han argumentado reiteradamente que la liberalización del comercio afecta a mujeres y hombres de manera diferente, pero la profesora de derecho Jane Kelsey de la Universidad de Auckland, quien se encuentra en Buenos Aires para hablar en el MC11 Think Track copatrocinado por el gobierno argentino, dijo a TWN que la «declaración no reconoce ni aborda los impactos negativos de la OMC en las mujeres, como el acceso a medicamentos, la pérdida de empleos por eliminación de aranceles, la feminización y vulnerabilidad de los trabajadores de servicios transfronterizos en call centers y otros efectos nocivos de las normas comerciales actuales.
En cambio, la declaración prefiere afirmar sin mucha prueba que «las políticas comerciales inclusivas pueden contribuir al avance de la igualdad de género y el empoderamiento económico de las mujeres, lo que tiene un impacto positivo en el crecimiento económico y ayuda a reducir la pobreza».
«La idea de que el comercio es neutral en género y el libre comercio es bueno para las mujeres simplemente no resiste la evidencia», comentó Sophie Hardefeldt, asesora principal de Trade Justice Movement y ex gerente de la Australian Women Against Violence Alliance. «El problema es que las medidas no vinculantes como las declaraciones de la OMC y la inclusión de capítulos de género en los acuerdos comerciales podrían ser buenas noticias, pero no abordarán la miríada de formas en que nuestro sistema de libre comercio explota a las mujeres, particularmente las mujeres de color», escribió Hardefelt.
Sin embargo, expertos en comercio consultados por TWN en Buenos Aires temen que bajo un lenguaje aparentemente inocuo y no vinculante la declaración de género termine siendo un «caballo de Troya», instrumental para el contrabando de «nuevos temas» en las delicadas negociaciones de la OMC.
El párrafo 5 del documento propuesto, al que TWN pudo acceder, compromete a la OMC a celebrar «una serie de seminarios […] para explorar y debatir» temas como «la identificación de barreras que limitan la participación de las mujeres en el comercio»; «inclusión financiera, y acceso a la financiación del comercio y la asistencia financiera para las mujeres comerciantes»; la «mejora de la participación de las mujeres empresarias en los mercados de contratación pública»; y «la inclusión de empresas dirigidas por mujeres, en particular MIPYMES, en las cadenas de valor».
Esto fue llamado «escaparatismo» por Diyana Yahaya, del Foro de Asia Pacífico sobre Mujeres, Derecho y Desarrollo (APWLD), porque la Declaración «no remediará ninguna de las reglas comerciales que han impedido a los países regular en interés de sus pueblos, particularmente de las mujeres, ya sea a través de acciones afirmativas u otras políticas salariales, fiscales e industriales».
También expresó serias reservas la red de investigadoras y actvistas feministas del Sur DAWN (sigla inglesa de Alternativas de Desarrollo con las Mujeres para una Nueva Era). La argentina Flora Partenio, miembro del comité ejecutivo de DAWN dijo que “desde su creación en 1995, la OMC ha profundizado su agenda neoliberal, con normas que dañan la producción local, los marcos regulatorios y la agricultura campesina”. Recordando la frase de muchos grupos feministas concluyó que “no queremos ser parte de la corriente principal si sus aguas están contaminadas”.
Además, los expertos legales que monitorean a la conferencia ministerial en Buenos Aires señalaron con preocupación la similitud entre la «serie de seminarios» propuestos y los «grupos de estudio» del pasado, que llevaron a propuestas de negociaciones.
Este fue el caso de los llamados «temas de Singapur»: inversión, política de competencia, contratación pública y facilitación del comercio. En preparación de la conferencia ministerial de la OMC de 1996 en Singapur, la Unión Europea no pudo lograr que los países en desarrollo se comprometieran a negociar (o sea a comprometerse con nuevos acuerdos) sobre estos temas. La UE forzó, entonces, la creación de un «grupo de estudio» sobre los nuevos temas, para tener un pie en la puerta y, más tarde, comenzar el proceso hacia un nuevo acuerdo. Los «temas de Singapur» fueron un gran dolor de cabeza para los negociadores hasta que los tres primeros fueron «eliminados» en 2004. (ver una historia detallada, por Martin Khor, en http://www.twn.my/title2/t&d/tnd33.pdf)
Ahora, la identificación de «barreras que limitan la participación de las mujeres en el comercio» puede abrir la puerta a cualquier tema nuevo, porque la falta de reglas de comercio electrónico, por ejemplo, podría presentarse como un obstáculo para la participación de las mujeres.
La «mejora de la participación de las mujeres empresarias en los mercados de compras públicas» podría significar abrir las compras gubernamentales a mujeres extranjeras y «la inclusión de empresas lideradas por mujeres en cadenas de valor» puede ser un caballo de Troya para todos los temas de las cadena de valor global que Pascal Lamy promoviera cuando era director general de la OMC.
Un estudio de 2017 del Instituto Indio de Comercio Exterior (ver http://wtocentre.iift.ac.in/workingpaper/woriking%20paper%2036.pdf) resume claramente la falta de beneficios para los países en desarrollo en las cadenas de valor mundiales (CVM) pero también demuestra cómo la OCDE y el Banco Mundial usan las CVM como una excusa para impulsar una protección más sólida de la propiedad intelectual en los países en desarrollo.
Además, la promoción de la «inclusión financiera, así como el acceso al financiamiento del comercio y la asistencia financiera para las mujeres comerciantes» podría ser una puerta trasera para las reglas propuestas de comercio electrónico y pago electrónico a las que la mayoría de los países en desarrollo se oponen.
La inclusión financiera es un problema importante para las mujeres, pero para este tema la OMC no es el lugar apropiado. Los problemas de las mujeres para acceder a las finanzas son consecuencia de los mercados financieros liberalizados y desregulados, y de los altos costos de las poderosas plataformas de pago electrónicas. Por lo tanto, los expertos legales identifican una contradicción: esta propuesta no puede abordar el problema a menos que comience a revertir la dirección del Acuerdo de Servicios Financieros de la OMC y el Entendimiento sobre Servicios Financieros de la OMC.
Trabajar juntos en la OMC para «eliminar barreras al empoderamiento económico de las mujeres y aumentar su participación en el comercio», como se propone en el Párrafo 4, también puede significar nuevas reglas sobre diversos temas porque la falta de inversión/comercio electrónico podría caracterizarse como ‘barreras’.
La declaración finaliza con la promesa de que «en 2019 informaremos sobre el progreso hacia la implementación de esta declaración conjunta sobre comercio y empoderamiento económico de las mujeres». El «nosotros» en esa frase no está claramente definido. Podría significar que cada uno de los signatarios informaría sobre sus propios esfuerzos. Pero dado que el uso anterior del pronombre habla de un esfuerzo colaborativo («Hemos acordado colaborar para hacer que nuestras políticas de comercio y desarrollo tengan más en cuenta las cuestiones de género»), podría entenderse fácilmente como un mandato adicional para la secretaría de la OMC. En la práctica de la OMC, toda extensón del mandato del secretariado debe ser el resultado de un acuerdo cuidadosamente negociado y no una consecuencia de una declaración promovida como de buena voluntad y no vinculante.
Según una noticia publicada por la UNCTAD, la presentación oficial de la declaración se espera para el 12 de diciembre, durante el foro empresarial de un día organizado por el gobierno argentino.
‘Declaración Conjunta sobre Comercio y Empoderamiento Económico de la Mujer con motivo de la Conferencia Ministerial de la OMC en Buenos Aires en diciembre de 2017
Reconociendo la importancia de incorporar una perspectiva de género en la promoción del crecimiento económico inclusivo y el papel clave que las políticas sensibles al género pueden desempeñar para lograr el desarrollo socioeconómico sostenible;
Reconociendo que las políticas comerciales inclusivas pueden contribuir al avance de la igualdad de género y el empoderamiento económico de las mujeres, lo que tiene un impacto positivo en el crecimiento económico y ayuda a reducir la pobreza;
Reconociendo que el comercio internacional y la inversión son motores del crecimiento económico tanto para los países en desarrollo como para los desarrollados, y que mejorar el acceso de las mujeres a las oportunidades y eliminar las barreras a su participación en las economías nacionales e internacionales contribuye al desarrollo económico sostenible;
Reconociendo la necesidad de desarrollar intervenciones basadas en la evidencia que aborden la gama de barreras que limitan las oportunidades para las mujeres en la economía;
Recordando el Objetivo 5 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible, que es lograr la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas; y
Reafirmando nuestro compromiso de aplicar de manera efectiva las obligaciones contraídas en virtud de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 18 de diciembre de 1979;
Hemos acordado colaborar para hacer que nuestras políticas de comercio y desarrollo tengan más en cuenta las cuestiones de género, incluso mediante:
1. Compartir nuestras respectivas experiencias relacionadas con políticas y programas para alentar la participación de las mujeres en economías nacionales e internacionales a través de intercambios de información de la Organización Mundial del Comercio (OMC), según corresponda, e informes voluntarios durante el proceso de revisión de la política comercial de la OMC;
2. Compartir las mejores prácticas para realizar un análisis de las políticas comerciales basado en el género y para supervisar sus efectos;
3. Compartir métodos y procedimientos para la recopilación de datos desglosados por género, el uso de indicadores, metodologías de monitoreo y evaluación, y el análisis de estadísticas centradas en el género relacionadas con el comercio;
4. Trabajar juntos en la OMC para eliminar los obstáculos al empoderamiento económico de las mujeres y aumentar su participación en el comercio; y
5. Garantizar que la Ayuda para el Comercio respalde las herramientas y los conocimientos técnicos para analizar, diseñar y aplicar políticas comerciales más sensibles a las cuestiones de género.
En los próximos meses, organizaremos una serie de seminarios en coordinación con organizaciones internacionales relevantes para explorar y discutir, entre otros, los siguientes temas relacionados con el comercio y el empoderamiento económico de las mujeres:
- La promoción de la iniciativa empresarial y el comercio femenino;
- La identificación de barreras que limitan la participación de las mujeres en el comercio;
- La promoción de la inclusión financiera, así como el acceso a financiamiento comercial y asistencia financiera para las mujeres comerciantes;
- La mejora de la participación de las mujeres empresarias en los mercados de contratación pública;
- La inclusión de empresas dirigidas por mujeres, en particular MIPYMES, en cadenas de valor;
- El impacto de la facilitación del comercio en la igualdad de acceso y oportunidades para las mujeres empresarias;
- El inventario de fuentes de información, su complementariedad y la identificación de lagunas de datos.
En 2019 informaremos sobre el progreso hacia la implementación de esta declaración conjunta sobre comercio y empoderamiento económico de las mujeres».
Publicado: 22 de diciembre de 2017 -
No. 334
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