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Los impactos ya están aquí

12 de julio de 2013 - No. 122 - Año 2013

Martin Khor

El mundo se enfrenta a temperaturas extremas y ya es tiempo de que los países actúen y se adapten al cambio climático. Dos eventos que tuvieron lugar en la primera semana de julio enviaron mensajes de alerta similares.

La discusión se ha centrado en la mitigación o en cómo evitar un mayor calentamiento global reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero. Pero es necesario enfocarse también en la adaptación, en cómo hacer frente a los efectos del cambio climático. Porque más allá de todo lo que se haga para reducir las emisiones, los impactos ya son un hecho.

El informe de la Organización Meteorológica Mundial divulgado a principios de julio, que con acierto tituló El estado del clima mundial 2001-2010. Un decenio de fenómenos climáticos extremos, revela un incremento del calentamiento global sin precedentes. Todos los años de la década, excepto 2008, estuvieron entre los diez más cálidos desde que comenzaron a realizarse mediciones hacia 1850. Se estima que la temperatura media de la superficie de la tierra y del océano fue de 14.47 grados Celsius, 0.47 grados por encima de la media mundial del período 1961-1990 y 0.21 grados por encima del periodo 1991-2000.

El informe también documenta los últimos efectos del cambio climático, que muestran que la crisis de la adaptación ya es un hecho.

En primer lugar, hubo una rápida disminución del hielo marino del Ártico y una acelerada pérdida de masa neta de hielo en Groenlandia y la Antártica, y de los glaciares del mundo. Como resultado, la media mundial del nivel del mar aumentó alrededor de tres milímetros por año, casi el doble de la tendencia observada en el siglo XX. El nivel medio del mar es unos veinte centímetros más alto que en 1880.

En segundo lugar, aumentaron las precipitaciones y las inundaciones. La década 2001-2010 fue la más húmeda desde 1901 y el año 2010 el más húmedo desde que se llevan registros. En casi todo el mundo hubo precipitaciones por encima de lo normal, en particular en Estados Unidos, Canadá, Europa y Asia central. Las inundaciones fueron el fenómeno extremo más frecuente. Europa oriental se vio especialmente afectada en 2001 y 2005, India en 2005, África en 2008, y Asia (en particular Pakistán) y Australia en 2010.

En tercer lugar, se produjeron sequías en todo el mundo con impactos ambientales negativos. Australia, África meridional y la cuenca amazónica fueron los más afectados.

En cuarto lugar, la década fue testigo de más de quinientos eventos relacionados con ciclones tropicales que dejaron cerca de ciento setenta mil muertos, más de doscientos cincuenta millones de afectados y pérdidas económicas estimadas en 380,000 millones de dólares.

En quinto lugar, las condiciones climáticas extremas, causaron la muerte a más de trescientas setenta mil personas en el periodo 2001-2010 (veinte por ciento más que en 1991-2000), según el Centro de Investigación de la Epidemiología de los Desastres. Las muertes por olas de calor aumentaron en más de dos mil por ciento (de menos de seis mil en 1991-2000 a ciento treinta y seis mil entre 2001 y 2010), debido principalmente a las producidas en Europa en 2003 y en Rusia en 2010.

El promedio anual de la población expuesta a las inundaciones en todo el mundo aumentó ciento catorce por ciento entre 1970 y 2010, un período en el que la población mundial aumentó ochenta y siete por ciento. El número de personas expuestas a tormentas severas casi se triplicó en las zonas propensas a ciclones.

¿Pueden atribuirse al cambio climático todos los fenómenos meteorológicos extremos? No hay certeza y es necesario estudiar caso por caso, pero muchos científicos concluyen que la probabilidad de ocurrencia de numerosos eventos se incrementó considerablemente debido al aumento de la temperatura global.

También la semana pasada participé en Beijing en una conferencia internacional sobre adaptación al cambio climático, organizada conjuntamente por la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China y las agencias de cooperación de Gran Bretaña y de Suiza.

Científicos y altos funcionarios chinos se refirieron a cómo el cambio climático ha afectado a las comunidades locales en varias provincias en términos de lluvias, suministro de agua, sequía, aumento del nivel del mar. Un proyecto de cuatro años a cargo de las tres entidades contribuyó al desarrollo de la investigación científica y a la coordinación de políticas entre los organismos gubernamentales y las comunidades para adaptarse al cambio climático y hacer frente a la escasez de agua, las inundaciones, desarrollar cultivos resistentes a la sequía y trabajar sobre la salud y la infraestructura.

Funcionarios gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil de otros países de Asia, África y América Latina también compartieron sus experiencias de adaptación. Algunos de ellos, como Kenia, Mauricio y la propia China, han elaborado planes nacionales que abarcan diversas regiones y sectores.

La formulación de una estrategia nacional de adaptación ya es un logro, pues requiere el conocimiento científico de las condiciones locales de diferentes regiones del país, la proyección de los efectos del cambio climático en diversos escenarios y la definición de soluciones y costos. Teniendo en cuenta el informe de la Organización Meteorológica Mundial sobre los fenómenos más extremos por venir, cada país debe prepararse para lograr la aplicación de sus planes.

Martin Khor, director ejecutivo de South Centre.


Publicado: 12 de julio de 2013 - No. 122 - Año 2013

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