Una inusual jornada de puertas abiertas
9 de agosto de 2013 - No. 126 - Año 2013
Martin Khor
El jueves 1 de agosto participé en Kuala Lumpur en una Jornada de Puertas Abiertas inusual en el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP). La reunión, en la que participaron unas mil personas, fue organizada por el Ministerio de Comercio Exterior e Industria de Malasia, que había recibido críticas por no revelar suficiente información sobre el mismo.
Fue inusual, también, que el ministro Mustapa Mohamed hablara con franqueza de “déficit de confianza” en el TPP. Subrayó que la Jornada de Puertas Abiertas no era un ejercicio de relaciones públicas, invitó a los participantes a ser “tan francos como fuera posible” y aseguró que transmitiría sus puntos de vista al Consejo de Ministros, que el 19 de agosto realizará una reunión especial sobre el TPP.
También inusual fue el alcance y la profundidad de diversos puntos de vista pronunciados con franqueza por numerosos participantes, casi todos criticando aspectos del TPP, así como la forma secreta en que se llevan a cabo las negociaciones.
Isham Ishak, jefe negociador adjunto de Malasia para el TPP, argumentó que se abrieron enormes oportunidades de acceso a los mercados para los exportadores locales. Pero al mismo tiempo, dijo, el país planteó su preocupación por las negociaciones sobre solución de controversias entre inversionistas y Estado y soberanía (cuando procura excepciones para proteger su espacio político), contratación pública (en la que solicita una excepción para los derechos de los Bumiputra -término malayo con el que se designa a los grupos étnicos considerados pueblos indígenas- y alto umbral por encima del cual tendrá lugar la liberalización), empresas de propiedad estatal (que cumplen un papel importante) y propiedad intelectual (se opone a plazos más largos para los titulares de patentes).
Mi intervención en el plenario, que debía subrayar las preocupaciones sobre el TPP, abarcó lo siguiente:
* Efectos adversos de la eliminación de los aranceles sobre el empleo en sectores sensibles como el cultivo de arroz y la industria automotriz.
* Liberalización de las inversiones, que podría desplazar a las empresas locales, y las normas sobre la libre circulación de capitales, que podría reducir la aplicación de controles.
* Concesión de derechos excesivos a los inversionistas extranjeros, entre ellos el de trato nacional y el de demandar al gobierno compensación por la expropiación.
* Aumento de precios de los medicamentos debido a la extensión del plazo de las patentes a veinte años y nuevas normas sobre exclusividad de los datos, y el requerimiento de que puedan otorgarse patentes por innovaciones menores.
* Ampliación del plazo de derechos de autor y reproducción de cincuenta a cien años.
* Negocios de contratación pública que estarán abiertos a empresas extranjeras de países del TPP para compras o proyectos por encima del umbral de casi ocho millones de dólares para la construcción y alrededor de 217,000 dólares para servicios y productos de otros rubros.
* Las empresas de propiedad estatal se enfrentarán a nuevas disciplinas y los gobiernos se verán limitados en sus relaciones institucionales y económicas con las empresas públicas y privadas locales.
* Las excepciones generales y “medidas no conformes” permitidas no son adecuadas. Las primeras abarcan bienes y servicios pero no derechos de propiedad intelectual, inversiones y compras, y las segundas solo la mitad de las ocho nuevas obligaciones de inversión que el gobierno tendría que asumir.
Otro gran problema es el sistema de controversias entre inversionistas y Estado que tiene numerosas y graves carencias, como la interpretación de obligaciones como “trato justo y equitativo” y “expropiación”, y un sistema de arbitraje internacional impredecible -ya que las decisiones no sientan precedentes-, en el que los árbitros han tenido conflicto de intereses. Si Malasia se une al TPP, el país podría ser llevado ante un tribunal internacional por una serie de temas.
Numerosos participantes que hablaron en representación de organizaciones de consumidores, sindicatos, pequeñas y medianas empresas, y una coalición con cincuenta grupos afiliados (Bantah) expresaron sus preocupaciones por el TPP. En un taller sobre inversión y sistema de controversias entre inversionistas y Estado, varios participantes expresaron una amplia gama de preocupaciones e interpelaron sobre diversos temas a los negociadores del Banco Negara (central), la Oficina del Procurador General de la Nación y el Ministerio de Comercio Exterior e Industria.
Los participantes manifestaron sus dudas en cuanto a si Malasia seguiría siendo capaz de regular las actividades financieras especulativas, incluso mediante controles de capital, y la forma en que el sistema de controversias entre inversionistas y Estado pondría en peligro la independencia judicial del país, ya que las empresas extranjeras estarían en capacidad de recurrir a tribunales internacionales que podrían pronunciarse sobre la base de leyes contrarias a las nacionales.
En los próximos meses se verá qué papel juegan las posiciones nacionales en las negociaciones del TPP, y cómo es percibido el proceso por la opinión pública.
Martin Khor, fundador de TWN y director ejecutivo de South Centre.
Publicado: 9 de agosto de 2013 -
No. 126 - Año 2013
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