Hipocresías
13 de setiembre de 2013 - No. 131 - Año 2013
Héctor Béjar
La relación de las potencias occidentales con invenciones diabólicas para causar muertes masivas es conocida. No fueron sirios sino empresas alemanas, inglesas y norteamericanas las que financiaron los inventos de la ametralladora, el gas mostaza, la bomba atómica, el napalm, el agente naranja y el gas sarín.
El norteamericano Arthur Gladston creó el agente naranja, un químico que se usó para aumentar la producción de soya. Aplicado militarmente en Vietnam causó la muerte de medio millón de personas y el nacimiento de cuatrocientos mil niños con deformidades.
Zbigniew Jaworowski, ex presidente de la Comisión de las Naciones Unidas para el estudio de los efectos de las radiaciones atómicas, cita al científico polaco T. Domanski, quien asegura que, entre marzo y junio de 1999, unos treinta y cinco mil proyectiles calibre 35mm. con uranio empobrecido fueron disparados por aviones norteamericanos sobre Kosovo y Serbia. El núcleo de cada proyectil contenía unos ochocientos gramos de uranio 238 casi puro. La masa del uranio empobrecido dispersado sobre Kosovo llegó a veinticinco toneladas.
Domanski justificó y minimizó los efectos de este componente radiactivo. Jaworowski escribe sobre la guerra como quien escribe sobre el clima del día.
El uranio empobrecido es un residuo del reprocesamiento de uranio. Es menos radiactivo que el uranio natural pero contiene plutonio, altamente tóxico, tiene el doble de densidad que el plomo, traspasa blindajes de tanques y edificios fortificados, y explota en una nube de vapor incandescente que se asienta en el suelo y queda en forma de polvo venenoso y radiactivo.
En Afganistán, los aviones de la OTAN han lanzado más de seis mil bombas guiadas de hasta diez toneladas que destruyen refugios de superficie o subterráneos; han desparramado más de mil toneladas de uranio empobrecido.
Como Estados Unidos niega que emplea uranio empobrecido en Afganistán, las Naciones Unidas no ordenan hacer estudios ni hay ayuda médica o protección ambiental para la población.
La discusión sobre si el uranio empobrecido es dañino o no sigue en los medios científicos y políticos. Pero es evidente que equivale a una guerra atómica adaptada a lo convencional. Nadie se atreve a castigar por eso a Estados Unidos, pero sí atacan a Siria.
No son los sirios los creadores del gas sarín. Fue inventado por Gerhard Schrader, Ambros, Rüdiger y Van der Linde en 1939 en Alemania y se aplicó originalmente como pesticida con el objetivo de aumentar la productividad agrícola.
Una combinación de fluoruro sódico y fluoruro de potasio con fósforo, carbón, hidrógeno y oxígeno, es insertada en cánulas de cohetes que se abren cuando impactan.
Según The Mail on Sunday, edición dominical de The Daily Mail, son compañías británicas las que fabrican estos componentes. Durante seis años, entre 2004 y 2010, los vendieron a Siria diciendo que servían para la fabricación de cosméticos. Las licencias fueron concedidas entre esos años por la agencia gubernamental PA y el Department for Business, Innovation and Skills (BIS) o Ministerio de Innovación Empresarial del Reino Unido, que se ha negado a informar qué empresas son las involucradas en el negocio, “por razones de confidencialidad comercial”.
Mónica González, directora del Centro de Investigación Periodística Fundación Ciper Chile, ha relatado los casos que examinó la Vicaría de la Solidaridad en los años setenta. En el texto Las armas químicas de Pinochet, revela que el gas sarín fue fabricado en Chile por el gobierno de Augusto Pinochet. Envasado simulando ser perfume Chanel No.6, fue usado por el agente de inteligencia Michael Townley en el primer intento de asesinato de Orlando Letelier en 1976. Antes fue probado en dos ciudadanos peruanos que murieron entre convulsiones, en presencia del general Manuel Contreras, jefe de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) chilena. Se usó después para matar una extensa lista de enemigos de Pinochet.
Hasta hoy, los británicos belicistas aprecian al dictador sureño. Y el Premio Nobel de la Paz Barack Obama, ¿seguirá usando uranio empobrecido en su nueva aventura?
Héctor Béjar
www.hecbejar.com
Publicado: 13 de setiembre de 2013 -
No. 131 - Año 2013
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