El “sueño chino” y un nuevo tipo de relaciones
17 de julio de 2015 - No. 218 - Año 2015
Martin Khor
Cuando una potencia dominante es sustituida por una emergente suele desatarse una guerra. Evitar el conflicto en la interacción de China con Estados Unidos y la Unión Europea para que haya un “nuevo tipo de relaciones entre grandes potencias” parece ser la estrategia de las tres partes.
No estoy seguro de quien acuñó la expresión “nueva normalidad”, utilizada cada vez más en todo el mundo en el sentido de que algo inusual se está volviendo habitual. En Beijing, durante la IV Cumbre Global de Expertos, se la escuché mencionar a varios funcionarios y académicos chinos. Y realmente es un concepto apropiado para describir y analizar lo que está ocurriendo en China.
Unos cuarenta participantes extranjeros, entre los que estaban el ex presidente de la Comisión Europea Romano Prodi, el ex primer ministro de Australia, Kevin Rudd y el jefe de campaña de Hillary Clinton John Podesta, dialogaron durante una hora con el primer ministro chino, Li Keqiang.
Los visitantes expresaron su preocupación por el impacto sobre el cambio climático global y las implicaciones geopolíticas de las nuevas iniciativas de China, como el gigantesco proyecto de infraestructura “Un cinturón, un camino”, que busca convertir a Eurasia en un gran mercado. Con firmeza y sin recurrir a notas ni asesores, Li les aseguró que su país reconocía los problemas mundiales y que las nuevas iniciativas implicarían cooperación y no una competencia conflictiva con Estados Unidos o Europa.
Cuando uno de los participantes le pidió un mayor liderazgo mundial, Li respondió: “China no tiene la intención de liderar al mundo sino asumir la responsabilidad de ser un gran país”. Éste fue un tema recurrente durante la semana entre funcionarios y académicos.
Muchos en Occidente quieren que China asuma una mayor responsabilidad mundial, especialmente en acciones contra el cambio climático y una mayor contribución financiera para la resolución de los problemas económicos y ambientales. Al mismo tiempo, se teme que sus nuevas iniciativas y su papel en el Nuevo Banco de Desarrollo (NDB) del BRICS y en el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB), socaven el dominio económico occidental.
Inspirados en el “sueño chino” del presidente Xi Jinping, los chinos están tomando confianza en su crecimiento económico continuo y en recuperar su papel en el mundo. Pero también son conscientes de los peligros y amenazas de las grandes potencias, que temen perder su control del poder mundial.
Los historiadores recuerdan que cuando una potencia dominante es sustituida por una emergente, suele desatarse una guerra. Evitar el conflicto en la interacción de China con Estados Unidos y la Unión Europea para que haya un “nuevo tipo de relaciones entre grandes potencias” parece ser la estrategia de las tres partes.
Martin Khor es director ejecutivo del Centro del Sur.
Publicado: 17 de julio de 2015 -
No. 218 - Año 2015
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