Objetivos para una acción mundial
4 de marzo de 2016 - No. 249 - Año 2016
Martin Khor
«Objetivos de desarrollo sostenible (ODS)” es el último término de moda en el sistema de las Naciones Unidas. Se trata de los 17 objetivos que los gobernantes de todos los países se comprometieron a lograr para el año 2030 y abarcan los tres componentes del «desarrollo sostenible”: lo económico, lo social y lo ambiental.
La Cumbre de Desarrollo de las Naciones Unidas, celebrada en 2015 en Nueva York, aprobó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, cuya pieza central son los ODS.
Cada ODS tiene metas que permiten medir si cada país, y el mundo en su conjunto, están encaminados. Por ejemplo, el Objetivo 1 tiene entre sus metas la erradicación de la pobreza extrema para 2030 y que la proporción de personas que viven en la pobreza debe reducirse a la mitad.
El Objetivo 8 tiene como meta lograr una mayor productividad para todos los países, desvincular el crecimiento económico de la degradación del medio ambiente, y lograr el pleno empleo y la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor.
El Objetivo 10 sobre la reducción de la desigualdad tiene metas para lograr progresivamente y mantener el crecimiento de los ingresos del 40% más pobre de la población a una tasa superior a la media nacional.
El Objetivo 12 tiene metas para el uso eficiente de los recursos naturales, como reducir a la mitad el desperdicio mundial de alimentos para 2030, lograr la gestión ecológicamente racional de los productos químicos y de todos los desechos, promover prácticas de contratación pública sostenibles, y eliminar gradualmente los subsidios perjudiciales.
Si bien los ODS son una herramienta útil para impulsar medidas para hacer frente a algunos de los principales desafíos de nuestro tiempo, tienen limitaciones. Por sí solos no brindan un análisis de las causas de los problemas, los obstáculos a superar y las soluciones.
Por otra parte, un acontecimiento adverso importante, como otra crisis económica mundial, puede retrasar el proceso de cumplimiento. No se puede esperar que los países que enfrenten una caída de las exportaciones y de los ingresos fiscales puedan cumplir con las metas de los ODS.
El enfoque de los ODS, por lo tanto, debe complementarse con el análisis de cuáles son las cuestiones estructurales y sistémicas, y los retos del desarrollo, y cómo superar los problemas. La realidad es compleja y es necesario aplicar un análisis cualitativo, respaldado por supuesto con datos. Por lo tanto, los ODS no deberían desplazar la compleja tarea del análisis por un enfoque demasiado simplista del desarrollo.
Además, el análisis de un problema complejo puede ser apoyado por objetivos prioritarios y metas e indicadores claros. Por lo tanto, el enfoque de los ODS debe ir acompañado de un análisis riguroso.
Un enfoque combinado ofrece la oportunidad de que el mundo se encamine hacia la tarea de hacer frente a la crisis múltiple que aflige a la humanidad y la Tierra.
Martin Khor es director ejecutivo del Centro del Sur.
Publicado: 4 de marzo de 2016 -
No. 249 - Año 2016
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