“Salud para todos”
14 de abril de 2017 - No. 304 - Año 2017
Martin Khor
La Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó en la década de 1980 el lema “Salud para todos en el año 2000”. En los últimos años, las Naciones Unidas la reconoció como un derecho humano y la adopción del principio de la cobertura sanitaria universal potenció aún más este objetivo.
En la Asamblea Mundial de la Salud, que se celebrará en mayo en Ginebra, se elegirá un nuevo director general de la OMS. Confiamos en que el candidato ganador tenga el mejor de los desempeños en el tratamiento de todas las dolencias, enfermedades y problemas de la salud mundial.
Si bien el precio de los medicamentos cuyas patentes expiraron ha bajado, otros más nuevos resultan demasiado costosos para el común de la gente, porque la empresa poseedora de la patente tiene el monopolio sobre su producción y venta, por lo general durante 20 años.
En la medida que no hay competidores, el precio puede dispararse a niveles astronómicos. Por ejemplo, la mayoría de las personas en los países en desarrollo simplemente no podía pagar los medicamentos para el VIH/Sida, que en Estados Unidos tenían un costo de 15.000 dólares por paciente al año.
Millones de vidas en todo el mundo han podido salvarse gracias a las empresas productoras de medicamentos genéricos. Como India tenía plazo hasta 2005 para implementar el Acuerdo sobre los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) de la OMC, la empresa farmacéutica CIPLA pudo vender y distribuir un comprimido tres-en-uno por unos 300 dólares anuales por persona.
En los últimos años se está gestando una tormenta similar con los nuevos fármacos para la hepatitis C, una enfermedad potencialmente mortal que afecta a millones de personas en todo el mundo. Uno de ellos, el Sofosbuvir, que tiene una eficacia del 95% y menos efectos secundarios, cuesta unos 85.000 dólares en Estados Unidos.
Algunas empresas indias de genéricos están autorizadas a venderlo entre 200 y 300 dólares por paciente para un ciclo de tratamiento, no solo en India sino también en países de bajos ingresos, pero no en la mayoría de los países de ingresos medios, donde hay alrededor de 300.000 personas con hepatitis C.
¿Qué se puede hacer?
Aunque el Acuerdo sobre los ADPIC establece las patentes sobre invenciones genuinas, los países pueden emitir una licencia obligatoria para producir o importar el medicamento patentado si se considera que el original es demasiado caro. El titular de la patente recibirá un pago de la empresa productora del medicamento genérico o del gobierno.
Los países también pueden examinar cuidadosamente las solicitudes de patente de una empresa farmacéutica y rechazar las que no sean invenciones genuinas, por ejemplo si se solicita una nueva patente por una dosis o uso diferente para otra enfermedad.
Esta tensión entre el monopolio de los titulares de patentes y el objetivo de que los medicamentos lleguen a todas las personas se ha vuelto muy fuerte y en todo el mundo hay movimientos sociales que luchan por los derechos de los pacientes y contra el abuso de las empresas productoras de fármacos de última generación.
Martin Khor es director ejecutivo del Centro del Sur.
Publicado: 14 de abril de 2017 -
No. 304 - Año 2017
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