Carta abierta a un líder global
Jueves 16 de setiembre de 2010 - Agenda Global - Nº 167
Roberto Bissio
Estimado/a lider:
Sabemos que Usted es una persona muy atareada y que la presente carta puede estar llegando a Sus Manos cuando se esté preparando para viajar a Nueva York a participar de la Cumbre de Naciones Unidas que revisará cómo vamos en el camino hacia los objetivos mínimos de desarrollo social que Usted y Sus Colegas se comprometieron a cumplir para el año 2015.
Aún así, conscientes de cuán ocupado/a está Usted, estimado/a Líder, nos atrevemos a pedirle que continúe leyendo, primero porque es bueno que gobernantes compasivos como Su Excelencia tengan a bien escuchar de vez en cuando la voz de sus gobernados, y segundo porque puede ayudarle a Usted a no caer en la tentación de cantar victoria allí donde no la hay.
Muchos formadores de opinión quieren que Usted sume su voz a la teoría del “vaso medio lleno” o aquellas que dicen que “estamos muy cerca” por lo que se sentirá Usted tentado a sostener que basta un esfuerzo extra sobre el final para lograr en los próximos cinco anos el objetivo de erradicar la pobreza del mundo, tarea que, en realidad, ni siquiera comenzó en la última década.
La opinión pública y la prensa tienen buena memoria, Su Excelencia, y para complicar aún más las cosas, todos y todas podemos leer en Internet la Declaración del Milenio, en la que hace diez anos 189 líderes mundiales como Usted se comprometieron a “no escatimar esfuerzo alguno para liberar a nuestros semejantes, hombres, mujeres y ninos, de las condiciones abyectas y deshumanizadoras de la pobreza extrema, a la que en la actualidad están sometidos más de 1.000 millones de seres humanos” y acordaron reducir esa proporción a la mitad para el ano 2015.
Tal como ya le deben haber advertido sus asesores, el Banco Mundial ha informado que en 2005 1.400 millones de personas – en su mayoría, mujeres y ninas – siguen viviendo en la pobreza extrema. Este Banco, dedicado a promover el desarrollo mantiene la falsa ilusión de que la pobreza se puede describir únicamente en base al ingreso, cuando todos sabemos que es compleja y multidimensional, pero así son los bancos. En todo caso, decíamos, ese mismo Banco Mundial, ha estimado en enero de este año que “otros 64 millones de personas vivirán en pobreza extrema a fin de 2010 debido a la crisis”. Tendrá Usted que afilar sus habilidades matemáticas para tratar de explicar a la prensa cómo es posible que 1.500 millones de personas que viven hoy en la extrema pobreza puedan ser consideradas como un logro en en vías de reducir “más de mil millones” a la mitad.
De hecho, el asunto ni siquiera es si el mundo puede alcanzar o no estos “objetivos de desarrollo del milenio” de aquí a cinco anos. Los ODM nunca fueron concebidos como metas de planificación por resultados, sino que siempre fueron compromisos políticos realizados por líderes como Usted para definir públicamente prioridades. Son valiosos porque se pueden utilizar como hitos para evaluar el progreso. Y numerosos análisis muestran que el progreso en los indicadores sociales, de hecho, ¡se ha enlentecido desde el ano 2000 en vez de acelerarse!
No es que dudemos de Su capacidad para abordar y convencer al público, por supuesto. A falta de ese don, Usted no hubiera sido elegido por Su Pueblo (si no ha sido Usted elegido por voto popular, por favor corríjanos y pediremos de forma pública las disculpas correspondientes). Pero incluso para un orador tan elocuente como Su Excelencia, será difícil sostener que “no se ha escatimado esfuerzo alguno” en la lucha contra la pobreza cuando los gastos militares a nivel mundial del ano pasado superaron en quince veces el total de la ayuda recibida por los países en desarrollo y fueron 49% mayores a los gastos en el ano 2000, fecha en que Sus Colegas prometieron en la misma Declaración del Milenio que ahora van a evaluar “establecer una paz justa y duradera en todo el mundo”.
Ciudadanas y ciudadanos de todo el mundo están cada vez más frustrados por tantas promesas incumplidas y eso se expresa, por ejemplo, en la la edición 2010 del informe annual de Social Watch, que acaba de salir de imprenta. Esperamos que Usted esté de acuerdo con nosotros en que la expresión de voces críticas ayuda a fortalecer los procesos democráticos. Pero aún cuando los informes encuentran que todavía se puede (y debe) mejorar mucho bajo Su Liderazgo, también sabemos que hay otros 191 líderes que comparten la cuota de responsabilidad con Usted y, por tanto, en promedio, sólo el 0,5% de la culpa le corresponde a Usted en lo personal.
Colectivamente, sin embargo, cuando Usted y Sus Colegas se reúnan en la Asamblea General de las Naciones Unidas, a partir del 20 se setiembre, tendrán como grupo el 100% de la responsabilidad por sus actos, así como por sus omisiones, ya que no existe mecanismo mundial de gobernanza con mayor autoridad. Sí, sabemos que algunos organismos especializados como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional o la Organización Mundial de Comercio son muy poderosos y tienen sus propios procesos de toma de decisiones, pero, quién se sienta en sus respectivas asambleas, sino los ministros que Usted designó y comanda?
Sabemos que Su capacidad de atención es escasa y que sted tiene muchas cosas qué atender. Puede Usted sostener que Sí, que la pobreza es una prioridad para Usted y que la igualdad de derechos para las mujeres es una causa a la que Usted y su pareja se han comprometido, cualquiera sea su respectivo género. De hecho, nunca hemos encontrado Líder alguno que adoptara una posición contraria y defendiera la pobreza, la esclavitud o la negación de la educación a las niñas.
Pero también sabemos que hay otras urgencias que requieren Su tiempo e incluso si Usted ha leído esta carta hasta aquí puede sentirse tentado a no leer el informe completo de Social Watch, aunque tal vez alguno/a de sus asesores/as lea el resumen y le transmita algunos puntos clave.
Si sigue Usted leyendo estas líneas podrá ahorrarse incluso ese esfuerzo. El mensaje final que surge de este informe es simple: al igual que todo el mundo entiende que es necesario cumplir las promesas realizadas y que es justo que se las recuerden a Usted, ciudadanos y ciudadanas de todas partes adhieren al principio de que “el que la hace la paga”. Quienes crearon el problema deben pagar por la limpieza y los danos que causaron. Y eso es válido tanto para los derrames de petróleo, el cambio climático o la crisis financiera.
Si se aplican los principios básicos de la justicia, se pueden encontrar los recursos para crear el “mundo más pacífico, más próspero y más justo” que todos Ustedes los Líderes nos prometieron hace una década. Podemos incluso ser tolerantes con Su Vergonzoso Retraso en esa tarea, al igual que esperamos que Usted sea tolerante con algunas de las frases impacientes y acaso irrespetuosas con que ciudadanas y ciudadanos reclaman que se ponga fin a la miseria. Como puede Usted comprender, después de una década de ver que las palabras no coinciden con las acciones, somos muchos los que esperamos que Usted se ponga a “patear culos”, si me perdona la expresión, que sólo me atrevo a usar porque es literalmente lo que prometió su colega Barack Obama. De hecho, es ésta una tarea que Usted también debería acometer. Cuanto antes, mejor. Nos comprometemos a aplaudir fuerte.
Respetuosamente le saluda,
Roberto Bissio
en nombre de Social Watch
PD: Por ayuda para encontrar el lugar dónde patear, diríjase a www.socialwatch.org
Publicado: Jueves 16 de setiembre de 2010 -
Agenda Global - Nº 167
Etiquetas: Naciones Unidas, ODM
No hay comentarios
Envíe su comentario
Login