Financiamiento para el desarrollo: siguen firmando con la mano y borrando con el codo
20 de mayo de 2016 - No. 260 - Año 2016
Alejandro Villamar
Se van a cumplir 15 años desde que en Monterrey, México (2002), la ONU convocó a la inusitada y necesaria Conferencia Internacional para el Financiamiento del Desarrollo (FpD), que buscaba compromisos reales y recursos financieros de los países ricos hacia la mayoría de los países despojados.
Desde entonces, “mucha agua ha pasado debajo del puente”, como mucha riqueza se ha concentrado aún más en los paraísos de la micro-minoría de oligarcas trasnacionales, la desigualdad mundial por doquier se ha profundizado y la inestabilidad y el deterioro planetario está a la vista de quien quiera verlo. Los datos y la retórica abundan hasta en el club de los países ricos, y una encuesta de abril muestra que incluso la mayoría de los jóvenes de EE.UU. rechazan el capitalismo.
Ante esta grave situación de la mayoría de la población y del planeta en su conjunto, la mayoría de los países han presionado porque se avance en el cumplimiento de los compromisos. Desde los compromisos de Monterrey (2002), los de Doha (2008) y recién el año pasado en Addis Abeba (2015).
Sin embargo, en el más reciente foro de la ONU-ECOSOC (Abril 2016-Nueva York) para darle seguimiento a la Agenda de Acción de Addis Abeba, los gobiernos de los países ricos vuelven a mostrar que firman con la mano y borran con el codo, echándole más gasolina a la hoguera mundial.
Se trata de temas muy concretos ya acordados, como el de los fondos para abordar el cambio climático, que en París el 2015 volvieron a ratificar, de asumir medidas concretas para detener el multimillonario flujo de ilícitos financieros que descapitalizan y sangran nuestras economías y con ello profundizan la desigualdad. Se relaciona con el reto de alinear las políticas comerciales a la prioridad universal de los derechos humanos sobre las ganancias corporativas y no de super tratados a favor de los intereses corporativos como los contenidos en el Transpacífico (TPP), el Transatlantico (TTIP), o de Privatización de los Servicios Públicos (TISA). Está relacionado con el compromiso y propósito elemental de detener las desigualdades técnicas –con fondos de por medio- para aumentar la capacidad de los cientos de millones de personas de los países super pobres o denominados menos adelantados.
De ese gran proceso político nos informan y dan detalles los recientes y valiosos informes que compartimos en su versión en español. Son producto de partícipes civiles, testigos directos, como Aldo Caliari (Foro de la ONU sobre financiación: Un amargo despertar después de la fiesta del multilateralismo de 2015 ), de la organización progresista no gubernamental Center of Concern (Washington), y de Ranja Sengupta y Bhumika Muchhala (El Foro de primera revisión sobre el Financiamiento para el Desarrollo falla en entregar resultados significativos) analistas de la muy reconocida Red del Tercer Mundo (New Delhi y New York). La traducción No oficial al español es de A.V./RMALC, y esperamos sea de utilidad en la larga lucha contra el capital transnacional.
Alejandro Villamar es integrante de la Red Mexicana de Acción frente al Libre Comercio (RMALC).
Publicado: 20 de mayo de 2016 -
No. 260 - Año 2016
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