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Piense en el agua mientras bebe su café

31 de marzo de 2017 - No. 302 - Año 2017

Martin Khor

¿Cuánta agua se necesita para preparar la taza de café que bebe cada mañana?: 140 litros. Producir un kilo de arroz requiere 2.300 litros y un kilo de carne vacuna 15.500 litros. Es imperioso dar la máxima prioridad a la conservación y uso adecuado de los recursos hídricos.

El primer problema es que estamos destruyendo las fuentes de suministro. Hay gobernantes que aún no se han dado cuenta de que la tala de árboles es la mayor causa de la falta de agua, la erosión del suelo y los problemas climáticos.

Deforestar los bosques de las montañas significa que la lluvia ya no podrá filtrarse a través del suelo a las corrientes subterráneas que fluyen hacia los embalses y represas. Las fuertes lluvias barren el suelo desnudo, causando deslizamientos de tierra, sedimentación de los ríos e inundaciones, incluso en las ciudades.

Paradójicamente, la deforestación provoca escasez de agua a la vez que inundaciones. Por lo tanto, es imperativo conservar intocados los bosques, en especial de montañas y cuencas hidrográficas.

Medio Oriente y África del Norte son un buen ejemplo de lo que ocurre cuando no hay agua suficiente. Estas regiones pronto podrían volverse inhabitables, ya que el agua dulce disponible se redujo en dos tercios en los últimos 40 años.

La disponibilidad per cápita de agua dulce es ahora 10 veces menos que la media mundial y sus recursos podrían reducirse más del 50% en 2050. Además, el aumento de la temperatura podría reducir los rendimientos agrícolas entre 27% y 55% a fines de este siglo.

Por otra parte, 1.800 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso al agua potable y la contaminación es un gran problema. En la mayoría de los países en desarrollo hay un inadecuado tratamiento de los desechos humanos y animales antes de ser vertidos en los cursos de agua. Y esto se agrava por los contaminantes tóxicos de las industriales y agrícolas.

Para el Día Mundial del Agua 2017, que tuvo lugar el 22 de marzo, la ONU se enfocó en la necesidad de reducir las aguas residuales. En los países de bajos ingresos solo se trata el 8% de las aguas residuales domésticas e industriales, en comparación con el 70% en los países de altos ingresos.

En varias regiones, el agua contaminada por bacterias, nitratos, fosfatos y disolventes se descarga en los ríos, terminando en los océanos y dañando el medio ambiente y la salud.

En Asia, África y América Latina, los patógenos derivados de desechos animales y humanos afectan a casi un tercio de los ríos, poniendo en peligro la vida de millones de personas.

¿Qué debe hacerse? En primer lugar, es necesario reducir la contaminación de las aguas residuales combatiéndola en la fuente. En segundo lugar, deben eliminarse los contaminantes de las corrientes de aguas residuales. Por último, las aguas residuales pueden ser recuperadas y reutilizadas. En Australia, lo hacen más de la mitad de los hogares y en California se la usa para el riego de cultivos y campos de golf.

Una vez que se le da al agua la alta prioridad que merece, un país puede concebir políticas para preservar los recursos hídricos, proteger rigurosamente las cuencas hidrográficas y los bosques, minimizar la contaminación y reutilizarla.

Cada persona puede también hacer su parte, descubriendo cómo su estilo de vida contribuye a los malos usos del agua y, a partir de ahí, modificarlo. Puede unirse al movimiento para reducir su “huella hídrica”.

Martin Khor es director ejecutivo del Centro del Sur.


Publicado: 31 de marzo de 2017 - No. 302 - Año 2017

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